Abismos y Precipicios.

"Estoy triste porque eres humano y así te quiero, 

con tus fallas, tus arranques estrepitosos y tus decadencias eternas" 

Juan Gelman

He colocado un minuto del pasado sobre nosotros en mi  cabeza, y he buscado recuerdos para dejarlos cerca de la ventana y deshacerme de ellos.
No quiero caer en sitios comunes como decir que soy tu otra mitad, pero a veces siento que he vuelto a ser como ese libro en blanco donde quizá tenga que esperarme a que dure esto toda mi vida y tener ganas de escribir otra clase de historia.

Hubo antes muchas ganas de lanzar otras historias fuera como si fuera fácil,  en una botella pero con la premisa de que se hunda o nadie la encuentre

A veces es ocasional, que pienses en esa persona precisamente, la que mas te ha hecho daño, para quizá tener certezas de que hay muchas mas diferentes. Piensas tanto y tan despacito, que se termina dibujando su rostro otra vez  indolente y se instala a tu lado y sigue ahí, como si todo entre esa persona y tu hubiera sido provisional o un mero accidente.  Pero te das cuenta que te has ido rompiendo poco a poco, porque nunca cerró esa rasgadura  y creció sin darte cuenta de a poco, como esos agujeros negros que habitan en el espacio.

Cuando me he sentido triste, es cuando he ido a saltar en paracaídas. De cierto modo te reconstruye aunque muchos dicen que en esos estados no es recomendable.

Uno sonríe al principio de la caída libre. El viento en las mejillas, en el cuello, la respiración que apenas controlas y te vas acostumbrando. 

A veces puede sonar fatal que en plena caida pienses en morirte, pero sabes al menos lo que sienten los pájaros en pleno vuelo.  Nadie usa las alas bajo propio riesgo. 

Pesadilla no es el sueño con aquel monstruo que se te repite. Pesadilla son las ventanas que no dan para ningún lado y hasta no dejan que respires.