en el 2019 Recuerdo haber ido a ver Ballet al Palacio de Bellas Artes. Es usual en México, que la temporada inicie en marzo o Abril. Fui a ver Giselle, la historia de amor de una joven campesina que amaba bailar, pero que con una afección cardiaca su madre, no la dejaba hacerlo.
Este Ballet es uno de los máximos para toda bailarina clásica, para demostrar su nivel técnico además de su interpretación. Es la prueba de fuego para demostrar, la calidad artística y dancística que un bailarín posee.
Por azares del destino. Se enamora de Albrecht, un noble ya comprometido a matrimonio que, para conquistarla, la corteja y la engaña haciéndose pasar por aldeano. Hilarión, quién está profundamente enamorado de Giselle, sospecha del engaño y lo desenmascara.
A lo largo de la obra y por muchas otras cosas que leo y he disfrutado , se que las parejas crean un idioma propio. El léxico surge de anécdotas privadas; la gramática trasluce los modos de convivir; hay muchas clases de silencios, todos cargados de significado.
Ese idioma tiene dos hablantes; cuando se separan. muere, como el latín cuando Roma fue arrasada.
Una forma de amor es integrarse al otro: disfrutar lo que le place, interesarse por lo que le interesa, adoptar algún hábito, incorporar palabras que él pronuncia. En este juego de ida y vuelta, con los días y los años, en el breve espacio de una historia, el mundo se expande.
Lo más triste de terminar una relación es saber que no volverás a hablar ese idioma en particular con nadie más .
Sobre la historia de Giselle, lamento que no haya existido en mi historia un Hilarión que me previera; Y aunque sé que es una exageración no puedo evitar pensarlo. A veces, el amor es impredecible y cuando crees que va de un sentido, de pronto se tuerce porque el otro o te guarda secretos, o traiciones.
Pudo haber sido peor, al menos no acabé loca y muerta convertida en esas willis mujeres fantasmagóricas que perdieron toda inocencia y que víctimas del desamor, –cualquiera sea él– en un bosque oscuro aguardarán para jurarle venganza.
Traspasar el umbral de la locura y renacer en espíritu, con una generosidad inaudita a la hora del perdón ,pues es mucho mejor para el alma de Giselle; aunque ya en estos tiempos saben lo que dice Shakira, las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan :P