Papá decía
- Desconfiad de los abrazos de los entrenadores, de los catequistas jovenes , de jugadores de soccer de los subsecretarios colmilludos de los que traen un abrigo marrón o verde mohidos color lodo o acolchado. Desconfiad de los que os dicen “Ven a mis brazos" aunque se diga tu enamorado -
¡abrazame a mi ! ...
El día que moriste la mañána era màs fria de lo normal, o así me lo pareció. Tenia que tragar saliva y tener tesón, como todo llegó de improviso me tocó cambiarte y preparar tu cuerpo. No imaginé que yo haría eso, siempre me creí cobarde llegado el momento.
Logré ver a mi mamá serena, preparando todo, haciendo un par de llamadas, arreglando algunas cosas, haciendo acuerdos con mi hermana y hermano. Después de un rato creo que sólo un momento tuvo los ojos cerrados y parecía perfectamente satisfecha
Una noche antes de ese dia ella puso un disco y bailaba frente a ti, sosteniendo un vestido mientras tu apenas te movías postrado en esa cama, alzabas una de tus manos, y sonreías, la enfermedad de Parkinson te había cobrando la cuota de no poder moverte con facilidad, de no poder demostrar emociones en tu cara pero yo sé que en ti se podía dibujar en forma de una mueca, una sonrisa para ella.
Si encuentras a una persona, alguien a quien puedas abrazar, con la que puedas cerrar los ojos a todo lo demás, que seas como seas, o termines con los años, con todo y estragos de edad o enfermedad, y te siga amando, puedes considerarte muy afortunado.
Aunque solo dure un minuto, o un día. Después de tantos años, esa imagen de mi Madre meciéndose suavemente al son de la musica y mi Padre mirándola es, para mi, la imagen del amor.