Escuché ayer entre los pasillos del hotel a un hombre del trabajo hablando por teléfono en italiano. Entendí a medias su conversación doméstica y sabía que era alejandro. Él, con sus treintas era mas jovial que de costumbre en horas de oficina. La voz, interrumpida por risas, levemente teatral aunque con los italianos casi todo es asi.
Le hablaba a su interlocutor (asumí que era su chica) se vino apenas hace un par de meses persiguiendola prácticamente. Hablaba acerca de la cena, la hora en que llegaría a la casa… cosas así.
“Ciao bella”, decía de pronto. Y después repetía la pregunta que probablemente le había hecho: “¿Que qué estoy leyendo?”
De pronto salí me iba a dar una ronda de media tarde por esta ciudad y al mirarme comenzó a exclamar “Il co-mu-nis-mo en los anni cin-quan-ta…”, histriónico haciendome un ademán con la mano hacía mi rió y comenzó a proferirle un ciao apresurado, -nos vemos más tarde- y colgó ...
guiñándome el ojo
comenzó a caminar detrás y solo alcance a oirle un "Bella" detrás
-Vi invitiamo bella crema gelato
algo así.
No es prejuicio pero supongo que algo tienen para muchas personas los hombres italianos que los vuelve irresistibles. A mi sinceramente no me entusiasman aunque he de decir que ya en estos tiempos escasos pues nada debería rechazar. Cada que veo a los italianos me traen buenos recuerdos pero de la ciudad de Milán, Fellini o los helados.
Cuando era un pendón era un ritual en fila pensar que escoger para terminar siempre con el mismo. Mis padres con una cassatta, mis hermanos con un cono de chocolate o vainilla y yo arriesgándome con el de leche a pesar de mi intolerancia..
Lo que no se me hace un fenomeno es que los extranjeros se fijen en las latinas o al menos traten de conectar. Tampoco es raro que sean coquetos, apasionados, simpáticos y caballeros...
por supuesto que me comi el helado con el italiano pero al final tan coqueto, apasionado, simpático y caballero se fue a ligar y es ahí cuando reafirmé porque no me gustan los italianos, nada mas la ciudad de Milán, Fellini o los helados.