Hace días que he estado pensando de como cambian las cosas y el tenor de ciertas relaciones, es decir, conforme pasa el tiempo o las distancias se hacen mas largas independiente de las tecnologías, de a poco uno se va despidiendo sin creerlo, o sin percibirlo de viejos cariños. Hace unos días me he seguido percatando que, en mi casa se mantiene esa hilera de hormigas en la que he aprendido a tener esa convivencia tan de cerca y cotidiana.
De alguna forma trato que no me afecte y a veces si algún residuo cae por accidente de algo que cocine, pienso en en esa hilera de hormigas que no se de dónde salen exactamente, se apearán de lo que caiga al piso, o se quede en la mesa de madera para llevárselo. La persistencia, de ellas es eso que creo ha logrado que yo respete su presencia. La persistencia de las cosas en nuestra vida, la forma de guardar una amistad o procurar alimentar la estima es lo que hace valer las presencias.
Hace tiempo que seguro, sin haberlo hecho a propósito descuidé alimentar la complicidad o reforzar los vínculos con un par de personas, los reclamos no se hicieron esperar aunque tampoco sabes de dónde y porque de pronto parecen reproches que salen a flote. A veces, cuando sabe ser amigo, eso sale sobrando, la atención o el vínculo no necesita mas que pequeños detalles en los que haces saber a alguien lo que significa su presencia en tu vida y cuanto la valoras. Al final, las personas que están o las que se quedan son las que importan así sea una hilera, un pequeño montón o una sola.
La palabra persistencia está algo implícita en la presencia de casi todas las cosas en nuestra vida, así como para sobrevivir como los insectos, uno se apea de recuerdos, de viejos cariños, de complicidades, de vínculos. Sin embargo, la persistencia es eso que lleva a convertirse en una metáfora del agobio,si eso nos trae a cuenta que en ocasiones lo mínimo, lo que aleja a alguien, lo aparente, lo oculto, lo no resuelto, lo que se quedó inconcluso, lo no dicho terminará cobrando de alguna manera en nosotros de una forma punzante