Supuestamente me ama, pero dicta como un juez argumentos un tanto viles entre otras cosas como que yo no se que
queria y que mi comportamiento era tan absurdo como inestable. La
dinamica se empezó a dar tan mal que cada que terminamos el noviazgo a
los tres dias volvía como si nada sin ninguna disculpa por en medio y yo,
aunque sabia que habia un mal rollo sin resolver, nunca me ocupe de
aclarar por sublimar eso que decía siempre de tener la culpa, de
reclamar siempre, de ser la que empezaba el conflicto.
Pasé años de los cuáles el último era una pésima rutina a la que me acostumbré y que por ende creia debia ser normal. Permiti
tantos atropellos que si lo emocional se traduciera a lo físico, yo
estaría hoy toda amoratada y jodida. se hartó de compararme, me trató
de loca y ya puestos en papel como Padre e hija criticó y pasó por alto
los sentimientos que yo tenía al punto de patearlos y llevarse entre las
patas la buena estima y el poco respeto que quedaba entre nosotros, ya
sin mencionar el amor ...
A veces no se sabe a donde vas, y regresas para saber de donde vienes,
pero no quiero regresar. La verdad es que dejé de engancharme en su juego, opté por
guardar silencio tratáse de insultos, reproches o supestas súplicas de
hombre arrepentido.
Opté
por dejar de usar el móvil y cerre
todo acceso posible para leer, saber o tener alguna señal suya.
Me fui
de viaje y aunque no me siento con la cura en la maleta, tome
decisiones de las cuales no me siento nada orgullosa por no haberlas
tomado antes y ser firme.
No
sé si me ha dolido la comparación con otras mujeres, o el engaño de un
interés sobre mi. Estoy enojada conmigo por permitir tanta
humillación y ser pasiva...
Hoy parece que soy la mujer de su vida y que no se dió cuenta de valorar hasta ahora. Menuda cosa es
que se convierta en una especie de lastre esa persona por quien sentias
tantas buenas cosas y te hacia ilusión y de pronto se rompa como un bat
contra un cristal, aquel donde estaba detrás siempre ese perro apaleado
que no se cansó de patear pero que cansado finalmente se fue
Tal vez el aquí y ahora es nuestro verdadero hogar todo lo
que se inicia, cambia y al final cesa impermanente, transitorio