Las Mudanzas tienen su encanto, no necesariamente se pierden cosas, a veces, empacar, cargar... que tediosos son algunos verbos cuando tienen que ver con la mudanza.
Pero lo nuevo siempre te inspira a veces hasta desconfianza... (a no ser que venga montado en un mercedes benz blanco y una cartera llena) jajaDicen que de algunos cambios, lo que más incomoda son los primeros días. Ves tus cosas y te sientes como de invitado en otra casa, estás fuera quizá de lugar un par de semanas en lo que te adaptas y como bien dicen, no sabes si la tienda es a la derecha o la farmacia a la Izquierda. Un buen amigo bloggero alguna vez me contó que recién mudado de colonia, el muy burro jaló después del trabajo directito a su antiguo hogar y se dió cuenta cuando estaba ya frente a la puerta.
Los cambios siempre me han gustado y también me emocionan. Supongo que es ese espíritu aventurero aunque en este momento es para echar raíces definitivas. La empacada es espeluznante con la ropa o con los libros. Yo no sé como o de dónde he acumulado tantos. cuando niña tuve dos mudanzas, en realidad no se tampoco como mamá habrá hecho eso de organizarlo todo por 4 personas más...
misteriosamente sí se que su alma de acumuladora no le impidió deshacerse de varias cajas de juguetes usados y hasta de platos. Un buen tiempo dormí en cuarto compartido con mi hermana o en alguno donde habitaba una televisión o un mueble de alguno de los abuelos. Creo que desde ahí fue como los Bienes Raíces y las ventas por televisión comenzaron su desencanto conmigo al prometer a veces algunas cosas que a la hora de la hora no se cumplen.
es Inverosímil que pareciera no resignarse el albañil a apurarse para que ya pueda quedar totalmente instalada. pero me parece divertido incluso improvisar que pueda tener un picnic en medio de todo el salón a falta de comedor y una parrillada con amigos en lo que la cocina no está instalada.
La idea del diablo y las mudanzas en recíproca relación que son cosa de el, ya no las satanízo tanto¿¡o será la emoción?