"Muchos relámpagos y ninguna tormenta
que prueben que hemos vivido
sin miedo, intensamente,
abrazados al sol"
Ángel Petisme
Nuestra piel, arde como el fuego aunque estemos lejos del sol guarecidos en algún lugar. Para la sed, tenemos besos y si es temporada, mandarinas en la cama.
Encaja tan perfecto tu cuerpo contra mi, que te abrazo mientras comienzo a sudar, tu sudas y así empapados parece que comenzamos a conjugar,
Tú (me) coges
Yo (te) cojo
Nosotros (nos) Cogemos
Amo la complicidad de acoplarnos enseguida, sin más preámbulo y que los nervios de la primera vez hayan tenido que ir a mudarse a otra parte donde ya no caben. No necesitar palabras para entendernos, me gusta ese silencio en medio del cuál siempre podemos hablar. sin que nadie nos interrumpa o como intruso sea testigo de nada
A veces, sin pronunciar palabras, promulgo sitios contigo, Ser caricia en tu coche, miradas detrás de la puerta, abrazo en medio de una calle o sonrisas al pie de una escalera.
Recuerdo ese beso bajando del coche, y otros dos más previos con el semáforo en rojo haciendo juego con mi vestido y el rubor de mis mejillas.
Aunque breve, amo la fugacidad de encontrarnos entre lineas a cuatro manos siempre. Ahí parece que la luz que se irradia es de una brillantez inalterable que ya no me importa si tengo que sacrificar hasta el corazón.
Ahora vendrá un texto o un renglón
y tendrá tus ojos.