Escarmeno entre mis recuerdos... Me veo a mi misma con el cabello rizado y alborotado como un nido de
pájaros, mi mamá corría tras de mi para peinarme y siempre toda esa
persecusión terminaba en suplicio con ambas llorando, ella porque no podía con mi cabello y
yo sufriendo porque no la dejaba hacer algo con respecto a el. Esa edad ajena a la malicia y
los desahogos fue grata, siendo la más chica aún cuando mis hermanos me
agarraron de chivo expiatorio,de excusa, de comodin, de escudo, de pretexto o de culpa.
Mi
estado feliz de ignorancia y ausencia de problemas tan solo recaía en pocas serias responsabilidades,
recoger mis juguetes, hacer los deberes, alimentar a la mascota en turno, comerme el guisado (carne puaj!) pero por sobre todo correr y
alejarme lo mas pronto posible de el cepillo y los pasadores. Justamente recuerdo que dos o tres veces me pegaron los piojos! (será posteable eso?) 2 de esas ocasiones tuve que andar a rape. :( y extrañé tanto mi cabello.
Mientras me río de mi, busco
entre mis frascos de perfúme, botes de crema, jabón y demás objetos que
pueblan mi arsenal de vanidad, al mas modesto objeto e incluso me
atrevo a decir que incondicional para escribir esto. Si en la primaria
me hubieran dicho que hiciera una oda al peine o mis pelambres, ni yo me lo creo, mis pocas neuronas poco ayudarían a escarmenarme las ideas del cuero cabelludo.
De mis favoritos son los de dientes
anchos y separados y es a veces cuando en revelado mi cabellera en
completo alboroto a causa de la modorra me gusta más que de costumbre
ultimamente, y aunque digan que una mujer siempre se debe de peinar o lucir perfecta, creo que tal adjetivo no existe, me gusta más lo natural no hay como agradecer a la divina providencia que no heredara la calva de mi parentela paterna.
Si me dieran a
escoger para verme elegante creo que escogería la época de Oscar Wilde,
aquella etapa Victoriana en la que hasta se hablaba de formas y modales
por la postura al andar o si colocabas el abanico de un modo para
dar alguna señal a caballeros o un pretendiente tímido pero más los accesorios hermosos con peinetas y piedras para lucir. Ahora cuando traigo
el cabello mojado, lo escarmeno un poco y solo mousse para el wet look, aunque la naturaleza de mi cabello resuelve que tenga que desenredarlo por que a veces es un lío con los rizos necios y mientras trabajo a veces basta recogerlo en un pequeño chongo sostenido con un lápiz, un pincel o un palillo.
Hace días camino al trabajo el vendaval se vino de pronto, y no traía a mi
amigo ese que no le importa como luzco por la mañana. Hace mucho que ya no lo reconozco. Llegué a mi junta y mi Jefe no hizo cara de susto.
últimamente aunque haya sido humilde y fiel conmigo tantos años
al peine ya lo dejo olvidado, estoy volviendo a
mis orígenes y aunque luego yo hago bromas con respecto a eso no necesitan presentarme ningúno, tengo un arsenal en mi cajón de cerdas anchas, estrechas, plástico, extralargas, madera, metal... no se me enredará ya nada en mi
rizada cabeza ya no tengo pájaros en el alambre los he matado
¿Será que he perdido lo elegante, la verguenza o me he convertido en una bruja ?...