Ciclo y espiral

 

Acá en el  claroscuro con los monstruos por las lucecitas de luz cálida de navidad ando  en espera de que el viejo mundo acabe de morir con sus pandemias y el nuevo acabe de aparecer para sorprendernos.

Pronunciar un par de palabras viejas, casi desaparecidas, sacadas de algún rincón de la infancia, nos convierte por un instante en niños y nos traslada a ese mundo ido para siempre como cada que se va un año.

Yo la verdad es que para variar ando triste triste, pero eso si me organicé un petite comité con un par de amigos para celebrar mi cumpleaños y de paso darnos un abrazo navideño. 

realmente necesito de mis amigos de antaño que pude recolectar en cada una de las etapas que pasé. de infancia, de escuela, de adolescencia, de vecindario de  viajes y de otros trabajos y estoy consciente que el número se redujo significativamente.

Si no vuelvo a buscar a algunas persona,s es a propósito de no volver a verlas jamás pues también me cansé de ser yo quién buscó.  Después viene la realidad que golpea ... esa que luego nos niega que  hay palabras mágicas para aparecer a otras que añoras, que seguro te hacen falta;  

Quizá se vive más tranquilo cuando se deja de romantizar el tiempo que duran las relaciones, los procesos y los gustos. Quizá he extrañado demasiado y me quedé varada cuando todo mundo va deslizándosela alegres y cambiando.

Mejor pensémos en el ciclo de la Navidad :)

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