El Mundo una Posada

Termino de leer noticias. Ya se que es malo para la salud. pero lo hago.

Dentro de este mundo convulsionado y corrupto siempre tequeda algo que baila en los ojos un poco de miedo, nervios y incertidumbre. sobrevuelo pero el mal sabor persiste un poco.  Vivir en la tierra es caro pero ello incluye un viaje gratis alrededor del sol cada año... el mejor viático es seguir vivo y saber que uno puede volver donde puedes empatar crucigramas, jugar con las letras en el refri, lo mismo cortar galletas para hornear o mirar desde lo alto por la ventana.

Respirar un aire menos contaminado de actualidad es a veces mejor en silencio sin que nadie me cuente ni me ponga al tanto ni me diga nada.  No digo que siempre, pero solo por hoy.

Un día no es mucho. Un día puro de gente honesta, ya no importan si son de derechas o de izquierdas, me basta con que no sean corruptos. Lejos de fugas de reos planeadas, lejos de contubernio y catástrofes insoportables, estar lejos de balaceras afuera del super,  como si estuvieras en un western, sin millones de parados sin fuerzas políticas jugando a las pulseadas del mundo para controlarlo, sin apuestas de futuro, sin formadores de opinión que digan que tengo que pensar muy bien por quien votar, cómo vivir y que comprar sin el deseo imperioso de huir del País de la suerte que parece se lo lleva

Días de sol gratis, sin tranzas, sin negociaciones, sin arreglos nefastos ni llamadas amedrentando. 24 horas ingenuas por horas de tiza dibujando un avión en el suelo en la nieve aunque sea primavera en el otro lado del hemisferio y brincar mientras te moja la lluvia. Un viaje de mil millas comienza con un paso.  Sortear la vereda cuadrado por cuadrado hasta llegar al cielo.
Está tan plácidamente suelto el día cerca de mi ventanilla que difícilmente me tiraría. Prefiero tener miedo de subir aviones, de las arañas, de la tromba del cielo con relámpagos y granizo  y mejor que se desintegren otras cosas mientras alzo el vuelo.