Flatus Vocis

El fin de semana tuvo cierto desencanto, pensaba en una reinvindicación por esas pintas y esa globalización que nos alcanza en sitios que no podiamos imaginar cuando comiamos esa leche quemada oyendo marimba, la caida abrupta de precios o materias primas, la alza de ofertas en cadena desesperada ante la situación que impera en todo el mundo. La guerra que no se fija en fechas ni conmemoraciones pero si fija victimas. Los propios abismos de uno.

De un tiempo a esta parte he venido percatándome de la ausencia de cumplimiento de promesas que a bien nos hacen siempre y que nadie cumple. Casi como en la Publicidad y la Política...

Ha comenzado el bombardeo con estrategias llamando a tu casa, colgando spots televisivos o folleteria e impresos que terminan llenando el bote de basura. No importa el tema o fundamento con el cual se postule una idea, sino el simple hecho o mero gusto por plasmar las letras, encajarlas, aún cuando no se de en el blanco preciso. Con todo ese escenario la única sospecha que tengo es que el sentimiento general de todos en pleno desencanto es conservar el empleo.

Creo que a bien hoy quien se compromete uno es con la linea telefónica, la compañia de luz, las ofertas navideñas de compras de pánico y el autofinanciamiento.

Para las promesas, lo sueños, los besos robados o para los deseos nunca existe una garantía, no existe regla o sanción alguna, cada quien es dueño y se hace responsable. Un simple flatus vocis sirve para recomponer lo descompuesto, lo ocurrido no ha ocurrido simplemente con la palabra "no" puesta por delante, pero yo no me ando con cuentos aunque escriba demasiado sobre casualidades. Existe gente que te promete que no va a permitir que le destestes con los sainetes de falsos suicidios, otros que te querrán para siempre, quizá siempre reviente la gente dulce, que cuelga milagros de desgracias y te cuelga frustraciones personales o malentendidos de egos desmadrados, hay quienes lucran al filo de la escalera del subterráneo con tal de tener una moneda o aquellos "sutiles" donde parar de sufrir es una garantía si entras a su iglesia.

A veces los ojos duelen mucho de tanto fijar la vista escribiendo, tambien duelen cuando te van quitando las vendas (o te las arrancan a girones), como si estuvieran llagados o salidos de sus órbitas como si a cada tirón sufrieran una supuración. Después de llorar tanto por alguien que te ha hecho una simple promesa y despues de ahogarte y cansarte cuando ya no te quedan mas fuerzas, es entonces en esos cruciales momentos cuando comprendes muchas cosas y es cuando te regalas la promesa de dejar de clasificar u ordenar las cosas que suceden alrededor, coleccionando errores pasados como mariposas, clavándoles alfileres en la cabeza y juntandolas en vitrinas para su contemplación.

Hay situaciones que no comprendo todavía, la guerra, las enfermedades, las posturas politicas y sus campañas. Quizá todo redonda en las frases en torno al verbo "comprender" espero que lo comprendas" y "compréndelo" "nunca me comprendiste" y también "algun día lo comprenderás" como cuando tus padres lo decían y tu no comprendías, al final las palabras no explican nada.

Hoy solo me gustaría representar a Julieta y para eso se me ha pasado la edad, empiezan a fallarme las puestas en escena, soy incapaz de anularme por completo. Ultimamente hago una consecuente racionalización de todas las cosas y es un ejercicio necesario porque me he percatado que cada mañana ya no me acompaña la sensibilidad. Irónicamente cuando estaba llorando por el niño verde, sonó el teléfono y en el mensaje comenzaba la campaña de dicho partido para las nuevas elecciones. Colgué sin dejar que terminara el discurso teléfonico y mi llanto cesó automáticamente por arte de magia.

Me había prometido ser práctica, Ja, quizá comienzo a serlo.