noviembre 03, 2023

Receta de Otoño

noviembre 03, 2023

                                 

 "Llora una vez pero no dos. Te prometo ser feliz, allá donde voy"




 "Dice el dicho  que - " las penas con pan son buenas"  

No sé en que momento cambia todo o poco a poco las  presencias,  parecen rechazos y sobre todo cuando se materializan en ausencias y no precisamente porque se vayan al otro mundo,   marcan  mucho algunas épocas de tu vida,  que es imposible  ya suplirlas o disfrutarlas de la misma manera.

¿en quién piensa tu corazón  cuando está triste? ¿Al abrazo de quién regresa tu  alma, cuando se siente abandonada? Es inevitable que yo me ponga a cocinar algo cuando me siento profundamente inspirada y quiero olvidar mi tristeza.   Creo que la emoción con el precio más alto, es el amor y el pecado la gula. jaja

Agoreros en psicología me dirán que eso es apego,  pero no me culpen cuando viene esta época de otoño y lo que me motiva  por extrañar con más ahínco  me conforta con el sabor  a azahar, a ralladura de naranja, canela y azúcar  (si, eso en el budismo  se llama eustrés) 

Pagamos el precio por querer a alguien profundamente, sabiendo que eventualmente puede que nos quede un hueco enorme y negro así como los que hay en el espacio , pero tomamos diariamente la decisión de amar, de añorar  abrazarle y  poderle decir  a esa persona que le necesitas. y no solo hablo de un amor sino de tu papá que murió, o tu abuela, o gente que irremediablemente extrañas y que te faltó tiempo en este lugar para compartir.  ¿acaso eso no nos hace dignos de ese amor? ;    

Plantar a alguien en las raíces de tu corazón  a veces es extrañarlos por el resto de tu vida terrenal  tal vez no se cura,  o tal vez se resuelva cuando suceda eso de volver a vernos en este, o en otra dimensión.

250 gramos de harina.

5-7 gramos de levadura seca (panadero).

60 gramos de azúcar.

1 pizca de sal.

60 mililitros de leche tibia.

20 mililitros de infusión  de azahar.

2 yemas de huevo.

40 gramos de mantequilla.

80 gramos de azúcar con una cucharada  de canela para rebozar el pan al final.

30 a 35 min 200 grados precalentado 







10 solo lo soñaron:

Jo dijo...

Muchas personas se preguntan que se hace con toda la comida que pones en la ofrenda. Pues no se tira cuando se coloca comida procuras que sea fresca y puedas consumirla después ....
te robas el tequila, o la fruta o pellizcas los tamalitos. a los niños que llegan l primero de noviembre también les colocas dulces o juguetes y
lo que mas se codicia es llevarte el pan... pero casi siempre kids permiso :P

RosaMaría dijo...

Ricos, lindos y sobre todo para una ofrenda especial. Hermoso tu texto. Beso

Alfred dijo...

Las penas con pan, son menos penas.
;)

Sergio dijo...

La comida se consume, sí, pero el vídeo que pones no aconseja hacerlo. ¿No vienen a tirarte de los pies por comértela? Ja,ja
Sobre lo que dices creo que lo he pensado más o menos de ese modo muchas veces. El precio de querer a otras personas es a veces el de perderlas. Y cuanto más grande es ese amor más grande es el dolor de que desaparezcan de nuestras vidas. No lloramos por ellos o ellas, dice la ciencia, lloramos por nosotros. Y seguramente sea cierto. Lo irremediable de no volver a ver a alguien se nos hace una prueba insuperable.
Y yo no creo que sepa manejarme tan bien entre fogones para mantener la mente y las manos ocupadas. Esa actividad tuya de cocinar parece casi una forma espiritual de relajación. Creo que te gusta el proceso de cocinar casi tanto como el de comerte lo cocinado. Ya me gustaría. Saludos

Beauséant dijo...

La alternativa para no sufrir sería no sentir, no pensar, no soñar.... no hacer nada. Y no, eso no sería vida, a la vida toca salir a buscarla, aunque a veces te devuelva una bofetada.

Es bonito tener un refugio cuando eso ocurre, una trinchera en la cocina, en la cámara de fotos... en donde sea.

Noelia Cano dijo...

Qué bonito post, mezclando reflexiones y emociones con las instrucciones de una receta, me has recordado un libro que tiene en esa línea Isabel Allende.
Besos.

Dorotea Hyde dijo...

A mí también me has traído a la mente Como agua para chocolate. No me extrañaría que la autora se inspirara en quienes cocinamos como terapia, como celebración o como alivio de penas. Y comer, qué voy a decir de comer, aunque mi lado racional diga que no es un solución, pero cuando el amor duele, hay que ponerle alivio con algo. Espero que tu alivio llegue pronto.
Un abrazo.

artur dijo...

Tus citas las veo muy ciertas ! :)
I tu rectea , viendo la fotografia, se ve muy apetitosa, gracias !!.
Un abrazo :)

Recomenzar dijo...

Me gustas....

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

Cuánta verdad en el cierre de tu reflexión sobre el amar: es un extrañar sembrado en el corazón. Con esta bella disquisición tu receta, una excelencia. Un abrazo. Carlos .

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