Por la Fila

La vida en general es como el supermercado, lenta, incomoda y a veces llena de cosas insoportables como el tedio, el tiempo, la soledad y el vacio. Cuando es insoportable el desfogue de uno mismo,  uno ríe, coje, llora o compra. La gente toma toda clase de terapias contra las drogas, contra la depresión, contra el sexo, contra la soledad, en pro de la salud unos comen y otros corre maratones yo no corro ni por las ofertas del mes y si tengo ganas de comer a veces mi apetito es voraz.  No soy fanática de la felicidad  menos en estas épocas pero si vamos a insistir en ellas podría enumerar unas bien vanas a parte de la comida.

Esperar a veces pesa tanto como si cargaras bolsas, justo a punto de reventar, esas cosas que arrastras porque pesan tanto, formada en una fila uno padece de demencia y reniega a la menor provocación,  creemos que necesitamos asideros no paciencia y en automático e irónicamente, los depresivos son asideros momentáneos como la moda, el fanatismo, las compras de pánico y el amor ... Es más doloroso conocerte que cumplir con un rol impuesto por la sociedad y no me refiero a conformarse, siempre es bueno buscar ser mejores y sentirnos bien pero sin apego a lo que no tienes y tampoco a lo que no necesitas, así que no amo ir de compras, odio las filas ni soy compradora compulsiva y de las tarjetas me he olvidado diría que hasta ser salvada como náufraga.

La alegría la he puesto entre comillas en mi vida, el amor entre paréntesis seguido de puntos suspensivos y si voy a ser superficial no voy a pintarme el pelo solo un par de zapatos y un abrigo nuevo.   sin vales ni promoción las cosas de la vida no podrían pesar menos ... tampoco son para tanto pero exagerando, el ultimo año, soy un poco más fuerte y pareciera que he estado formada  por puro aprendizaje rudo con respecto a relaciones personales. 

Por ejemplo me he dado cuenta que la gente mas mal educada es precisamente la que tiene mayor poder adquisitivo más de una vez me ha sucedido por ejemplo en la Condesa y en ciertos sitios que tiene nombre de casa de Pirncesa, que te avientan el carro que llevan, o el carrito, te avientan las miradas revisando tu atuendo de pies a cabeza o ignoran el saludo.   Pasan e intentan colarse por el frente o meterse  llenos de sí mismos aprovechándose del aspecto "que lucen", pero ya suelo ser muy práctica y capoteo los embates y  en esos menesteres prefiero pasar de largo con esas gentes.   Los que se cuelan y te ganan el lugar o sitio en el turno de la fila se hacen los que no miran y mantienen su puesta con indiferente frialdad, se siguen de frente  y aunque pertenezcan al Jet set o a la high con mala educación no creo que brillen en sociedad.

Las cosas pequeñas en que me fijo me definen son tantas y ninguna a la vez en mi personalidad como artículos de supermercado pasados por el lector electrónico: rara,dedicada, poeta hipocondriaca, simple, explosiva, respondona, serena, ciclotímica, radical, hereje,física complicada, dedicada, sensible,aspera, lujuriosa, mordaz, necia,  directa, culta, selectiva, compulsiva, visual,delicada, alivianada, parca, impaciente, fijada, loca,rítmica, sentidita, sexual, neura, kitsch, mimada, caprichosa, cursi, inteligente, intensa, ordenada, sutil, sincera,ezquizofrenica, sensible, miedosa, parcial, insaciable, divertida, diestra,objetiva, artística y ocurrente  contabilizados los artículos, eso es todo, creo que no se me ha pasado nada. Más de una vez me he pasado de la cuenta.