Salir de las Sombras

Las gafas son parte de la vida contemporánea, para muchos es una tentación a la vista, tengo amigos que se fijan en los senos de una mujer, mas bien en el escote, otros se fijan en lo bien que le entallan los pantalones, otros en cosas mas simples unas manos arregladas, los pies, el cabello cuidado, el maquillaje sin exagerar, el talle, fuera de cualquier tópico o imaginación, las mujeres que más les gustan a uno de ellos deben traer braquets, otros... dicen que una mujer con gafas es sin duda de las mas interesantes.

Hay quien tilda a las gafas de provocativas, unos más los usan por vanidad o pose intelectual, yo siempre he dicho que no hay peor cosa que no ver y mi mejor amigo gay dice que lo peor es no ser visto.  Habría que justificar un poco su uso pero no sé si el pretexto sea el de la salud por mejorar la vista, o quitando eso de los rayos UV,  disimular las arrugas, creo que  siempre se cae en la tentación de que deben hacerte lucir mejor pues es una extensión no solo de la mirada sino del rostro y como lo enmarcan.

Me causa gracia cuando miro revistas donde celebridades del jet o del espectáculo usan unas enormes que casi les tapan toda la cara, supongo que es la vanidad la que se luce tras tapar el rostro general mostrando la marca de el diseñador o la pedrería.  Si yo saliera en el Hola me taparía ja. porque no he encontrado la cuadratura perfecta de la vanidad, menos mal que no soy celebridad.   Luego pienso en la funcionalidad, en la libertad, en el poder, en la apariencia clásica o contemporánea o la transformación que ofrecen algunas de ellas a personajes que jamás osarían combatir al crimen,  conquistar a una chica, salir de un concierto, manejar su volvo o pasear por una playa sin un buen par de ellas. (si me gustan los volvos)

Mi Padre siempre me arrebataba las gafas oscuras, siempre estuvo en contra de ellas, ni en mis momentos más algidos de fanática ochentera permitió que tuviera puestas unas delante de él... el decía ... Hay que tener los ojos bien abiertos ante cualquier oportunidad...y es preciso lo que pasa.

Ayer estrené gafas. Sinceramente me tardé en decidir porque nunca puedo ser práctica y entre que uno se reviste de algún color favorito uno piensa en los demás atuenditos que no combinarán. (caí en la vanidad)  Esta vez dejé la mojigatería y me compré unas Prada sencillas con armazón de carey que hace contraste con el diminuto estampado de pequeñas flores rosas fucsia.  Menos mal que no las usaré mas que para estar frente a el ordenador y dibujar, posiblemente pueda salir al cine y llevarlas de cómplices pero no sé si se adecuen para lucirse.

Mientras escribí cierta perorata  me he dado cuenta que tengo los cristales de las gafas sucios menos mal que no está nadie a quien pueda yo pretextarle los ojitos rojos... antes podría decir que me dió conjuntivitis, o que pique demasiada cebolla, que nadé tanto que el agua se coló a las pupilas, que tengo ganas de estornudar, o que mi migraña amaneció empeñada en molestar más de la cuenta

...Esa perorata absurda por puro respeto a mi no dejaré que la lean, sobre todo... porque hoy salió el sol