¡si!

Alguna vez creí que querer a alguien era el modo de perseverar y mantenerse firme, pero la necesidad no es necedad, ni dependencia. Se trata de concertar las cosas y coincidir, para realizarlas. No se trata solo de pasión carnal sino de como se sienten estas cosas espontáneas, no quiero una cara esperanzada, o un rostro y cabellos con gotitas de sudor ensayado llenándome de miradas lánguidas.

No quiero que me convenzas por la forma en que me ves. Yo estoy segura de quién eres por tu forma ser, no sólo es tu estatura, ni tu espalda, ni tu acento, ni tus buenos modales, no son las promesas, ni los sueños plagados e infinitos, no son tus manías, ni tu humor ácido, ni los besos, ni las buenas intenciones, ni esos cuentos.

No se trata de los planes o postergar las decisiones, no son los respiros y suspiros que logras acometer. No es mi dislexia no es tu conversación, no es eso de que me hagas reír todo el tiempo, no es tu guitarra flamenca, ni yo que de vez en cuándo te arme un tango y hasta te confiese mis miedos

No se trata de fiestas, vino, cine, cenas, billar, exposiciónes, paseos por carretera ni reuniones familiares. Quisiera darte esto o escribirtelo en el brazo, no sé de los deseos ni de impulsos momentáneos, me hace feliz sentirte, arriesgarse porque no importa que diga la gente, quisiera irme contigo, comprar un billete subirme a ese avión y huir de aquí.

Ahora ya sabes la respuesta.