Capricho Gastronómico.

Hoy es la fiesta de la candelaria en México, una mezcla de fiesta católica y prehispánica.

En estos lares estas sabrosuras son populares y cotidianos,se dice que somos el país con más variedad de tamales en el mundo, desde molito, piña y pasas, hasta carne molida mezclada con salsas picantes verdes y coloradas. Los pretextos sobran para comerlos pero, los tamales ya existían desde antes de la Conquista. 

Nuestros antepasados conmemoraban el primer día del año azteca en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, mientras que los españoles presentaban al niño jesus al templo. “tamalli” (significa envuelto)

Por azares de la tradición el 6 de enero una vez terminadas las fiestas decembrinas y dentro de nuestra rosca tradicional se coloca un niño, el cual si te encuentras serás padrino,  te tocará hacer o comprar toda la tamaliza,  así  la ruta católica contínua pasando por los Carnavales que se festejarán en marzo, la Cuaresma y el Miércoles de Ceniza, hasta terminar con la Semana Santa.

El tamal es un alimento con base de maíz, relleno de diversos ingredientes, envuelto y cocido en un paquete de hojas vegetales que lo mismo pueden ser hojas de milpa o de la mazorca,  hojas de plátano y hasta carrizo.
Entre las curiosidades alrededor de su preparación, jamás debe haber un niño llorando cerca y menos si te enojas, porque los tamales seguramente no se cocerán;  hay mas de 500 recetas distintas y con el paso del tiempo y las migraciones el tamal ha mejorando su fisonomía, y su sabor recibiendo ingredientes de origen europeo, como la manteca y la carne de cerdo.

Si te comes uno, no olvides acompañarlo con un atole de sabor o champurrado,  mas de tres, que haya opciones (de rajas, verde, mole o dulce) pero eso si, seguro que después de comer te da el mal del puerco


Atentamente
La madrina de los tamales.