¿noo les pasa que conforme se va acercando la cuaresma o los días de guardar, uno piensa en pecar mucho más que el resto del calendario?
Pasa que en cuaresma uno se viene... con mas ganas de recordar.
Pieter Brueghel Le combat de Carnaval et Caréme |
A la izquierda del cuadro, el carnaval, el goce, el baile, las tabernas
y a la derecha la cuaresma representada por una anciana
Es el contraste entre dos modos de vida. Justo como en mis vacaciones en las que de niños, uno solo pensaba que podía divertirse a borbotones pero ni bailar te dejaban con esas costumbres que seguro en la antigua roma la cuaresma ya era un símbolo católico de una iglesia triunfal.
La sobriedad espiritual de la cuaresma es la muestra moral cristiana impuesta durante el medievo. No es propiamente sacrificarse de no comer carne sino del pecado carnal. El hedonismo del carnaval es el testigo mas fiel en la actualidad del paganismo heredado del mundo romano que simbólicamente carnaval representa al hombre mundano y amante de los placeres, retado por Doña cuaresma antes del miércoles de ceniza.
Tras un fastuoso banquete a Carnaval le entra el sueño y Cuaresma aprovecha a aprisionarlo y le obliga a penitenciar y a ayunar para que se le perdonen todos los pecados.
La verdad es, que a veces, no entendía que mi abuelita se comportara como la tal Cuaresma cuando yo quería andar como carnaval.. Por cierto, si viviera mi abuela seguro no podría tampoco tener internet o al menos no asomarme ni a escribir; aunque, la gente creo que ya no lee posts prefiere irse al twitter, al feisbuk al tumbrl pero eso es como dejar de ir a misa, no confesarte pero si comulgar con tal de comerte esas obleitas.
5 solo lo soñaron:
La metáfora de internet y catolicismo está muy ingeniosa, me hizo reir de veras.
A mí el catolicismo y sus rituales siempre me intimidaron y apenas pude, dejé de ir a misa. También yo tenía una abuela muy abnegada con sus deberes religiosos y cuando mis compañeros volvían a clase con las espaldas quemadas de sus horas en la playa, yo volvía con los dedos quemados por la cera derretida de las velas. Ah, suspiro. Era también muy dulce mi viejita :)
Aquí en Semana Santa se cerraban cines, bares, tiendas...
La ciudad daba miedo.
Eso si, los ricos se lo seguían pasando de lujo.
Besos.
En mi familia nadie ha celebrado nunca la Semana Santa de una forma tan estricta así que ni me lo imagino. Un besote!!!!
Yo de pequeña sólo llegaba a romperme la cabeza por las costumbres que seguían otros y que, en casa, por ignorancia o por falta de medios, dejábamos de lado, aunque muy serios y respetuosos.
Coincido con taty en que esos rituales no me gustan.
Tengo algo de pagano.
Y además tenés un blog comentado por un demiurgo.
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