Deliciosa Obligación

 Mi relación con los libros comenzó de un modo curioso, una "táctica" para que me interesara en ellos, justo a los 9 años. El Quijote fue una crueldad comenzarlo a leer en voz alta en su edición de 4 tomos, por momentos no entendì ni media cuartilla pero alguien se afeitaba, cortaba el pasto, manejaba, cocinaba, revisaba documentos y yo ahi leyendole (creo que más de uno lo disfrutó), para mis adentros yo solo pensaba que eran unos pasotas que no tenia ganas hojear nada y yo su conejillo de indias.    Cuando terminé El Quijote ya agarraba los libros por mi cuenta y sin la "obligación" de leerle a nadie, el segundo fue Mujercitas, me acuerdo que tiempo después, me asomaba a la mesa de noche de mi Papá, para saber el titulo de el libro en turno, y una vez en el estante iba y lo pillaba.  Después de unos años agradezco ese acercamiento inclusive que un par tuve que volver a releer para comprenderlos bien.
Ayer alguien me dijo en una conversación telefónica que no había que leer tanto, que había que salir y vivir la vida.  Quién me lo dijo es la clase de persona que ve al libro como una cosa, es letra muerta, un vehículo de aprendizaje escolar o algo por el estilo.
Para mí los libros tienen màs de una funciòn en la vida y por lo demás la lectura es un acto vital, a veces forma parte de cada quién y reflejan un modo de ser o de ver la vida.   Creo que cuando a uno le gusta escribir , es en la lectura donde buscamos nuestro propio lenguaje, el encuentro con nuestras palabras, y que dijera eso es quizá porque es alguien con una fuerte convicción de militancia partidista (no quiero decir política porque eso es mucho más vasto).  No me extrañaría nada que lo mismo pensara sobre la historia, en su investigación como cosa de necios.  Tiene razón, parte de ella. Sucede que dedica tiempo y esfuerzo en ello a su vocación.

La mía en todo caso son mi profesión que la encuentro maravillosa y hasta me pagan por ello, las aficiones o pequeños placeres y también las letras y los libros por mi relación con ellos y curiosidad,

Ahora disfruto los libros hasta en su forma de hacerse, manufactura y cuidado la profesión me llevó  a tomar tiempo para encuadernar y aprender un poco el oficio y ahora me salta la idea de esa conversación.  Si, hay que vivir,  mil vidas si se puede leyendo libros, y escribir para poder vivir eternamente sobre lo que vives día a día, paralelamente en la calle, con la gente, dedicando tu tiempo y esfuerzo, en compañía o soledad pero viviendo.