Lineas de Expresión a la Adultez

Años atrás te habría resultado impensable que te gustara un crio 10 años menor que tú. De hecho siempre me han gustado diez mayor que yo.  He sorteado sin temor de parecer poco modesta que las miradas o piropos de chavales universitarios dando clase mejor se resbalaran o se quedaran al aire o esquivados Y entonces piensas... Esto es sólo el principio. Prepárate a los 40, que aunque faltan en llegar espero no se me aparezcan babies de 20 y yo ya llena de colmillo crea que puedo ser como la Demi persiguiendo Kurtchers.
Todo empezó hace casi ya año y medio pero no le dí tanta importancia, una vez tuve un flechazo con un chico guapísimo, cual sería mi sorpresa cuando descubrí que mi Adonis era un chavalín de 23 años.

En un caso asi, irremediablemente, te sientes como un personaje salido de la famosa novela de Nabocov. Te entra complejo de asaltacunas, de pederasta, de vieja verde. Luego pasas por la etapa de la autoindulgencia y te solidarizas con la Euge y su Miró e intentas darle la vuelta al asunto pensando que sólo es algo físico
A partir de ahora estás más lejos de Miss Simpatía que de Mrs Robinson.

¿Cuál es la señal inequívoca de que nos hacemos mayores? No son ni las patas de gallo, ni las primeras canas, ni las lagunas mentales, ni los crueles efectos de la ley de la gravedad. Te das cuenta de lo casca que eres cuando descubres que le atraes a alguien mucho más joven que tú.  En ese momento te cae la edad completa, se asoma la inseguridad... estas cosas no te ocurrían antes.

Hay que asumir el lado oscuro, como Darth Vader, cruzar los dedos y esperar que nunca llegue el temido momento en el que tengas que decir en vez de -Nó- un - Yo podría ser tu madre-