La Moraleja del Amor Redimido

Foto de Annie Leibovitz: Penélope Cruz y Jeff Birdges

Cada noche Bella durante la cena recibe la visita de La Bestia, vive como una reina en el palacio puesto que por amor a su padre es que ha llegado ahí por voluntad propia. Todos sus deseos se satisfacen por arte de magia y aunque en apariencia podría ser algo genial para nuestros gustos mundanos, con el tiempo ese tenor de ver nuestros deseos cumplidos sin esfuerzo llega a resultar monótono. Al paso del tiempo se construirá un vínculo y una necesidad los cuales ninguno de los dos personajes reparará. La Bestia rompe la rutina y la soledad de Bella, dejando de lado solo un asunto pendiente y la inquietud de que ada noche le pedirá matrimonio y ella siempre lo rechazará.

En esta historia todo es delicadeza y devoción, por ahí decían que resaltan el amor edípico de Bella por su papá ... asumo que me identifico mucho, abundan versiones y muchas adaptaciones incluidas en cine.  Dentro de todo el proceso se afianza la confianza, la lealtad y sobre todo el amor después de permanecer lejos uno del otro debido a ciertas circunstancias.  Bella vuelve a la vida cuando se entera de que su padre le necesita pero entre el conflicto de la necesidad es cuando lo edipico se transforma en algo positivo al trasladar esa admiración por el progenitor al ser amado.  Durante ese tiempo lejos del Palacio de Bestia en casa del Padre ella comprende el vínculo que le une, al propio tiempo que aunque pueda parecer paradójico alguien con una apariencia fuerte y desagradable también puede ser indefensa y frágil. 

Bestia es un hombre horrible pero muy inteligente, enamorarse al fin y al cabo señala que puede ser una tontería sin embargo es por que no reparamos en detalles simples o a simple vista, uno se vuelve ciego a los defectos físicos.  La transformación mágica que solo el amor puede llevar a cabo es precisamente cuando ese alguien que te profesa sentimientos auténticos deja de lado lo tonto o lo superficial que hay en ti,  el amor  madura y se reconoce en el otro. 

Amo la moraleja explícita que encierra la bella y la bestia la belleza tanto física como mental, depende de quien la contempla y es para mí cuando esta historia específicamente no la puedo mirar con ojos de cuento de hadas. No hay un desarrollo verdadero ni una lucha constante por alcanzar un nivel superior como humano, en la bella y la bestia la forma animal corre a cargo de la imaginación,  al recobrar la apariencia humana el personaje explica la razón y el hechizo es redimido por un amor desinteresado y auténtico dispuesto a sacrificarse por el otro,  donde aun distintas o dispares dos personas pueden formar una pareja aun no siendo perfectas, si sus personalidades armonizan es porque están unidos por el amor. 
Los temores acerca de el amor  al fin y al cabo incluyendo el despertar sexual son producto de angustiosas fantasías y tabués que nos insertan desde niños incluso poniendo el listón muy alto,  el sexo,  a veces nos lo hacen parecer brutal cuando a simple vista es la realización entre un hombre y una mujer encuadrada en una de las emociones mas satisfactorias aunque claro está no siempre con final Feliz y eso por algunos Bestias y algunas ya no tan bellas en su proceder.