Salvatrucha

Envejecer:  es una de las cosas que los perros (los animales en general) hacen con insuperable decencia y humilde integridad a diferencia de ciertos humanos.

Se domestican aun mucho mas que nosotros los "civilizados" y son tan listos que a veces tan sólo les falta hablar.  No saben lo increíble que es cada palabra que no dice para mi y aún cuando duden que los perros no  tienen pensamientos o sienten,  muchas veces le descubro sentado a mi lado cuando yo he dormido, llorado o inclusive cuando recibo la visita de un amigo.

Un día a la hora del aperitivo mientras caminabamos por el centro del camellón de mi fraccionamiento nos saludaron unos perros que esperaban pacientemente a la puerta del Restaurant dónde sus dueños estaban tomando todo aquello que consideraban pertinente.

osea, poniéndose hasta las cejas…

Entonces, me acordé cuando le digo y lo acaricio, que admiro la dignidad con la que se comporta como sus congeneres los perros en todas las situaciones,  la elegante distinción con la que afrontan las circunstancias.   Esa serenidad y entereza que situan, en la mayoría de los casos, a sus “amos”(no me gusta esta palabra) en mucho peor lugar.

No es suficientemente fino para el gusto de muchos. pero come sushi y zanahorias corre, come vorázmente, sonrie a través del cristal de la terraza si me mira desde afuera, juega con un viejo muñeco, gira sobre si mismo cuando ve que llevo su plato, hace patitas, se te trepa, te hace reverencia y se postra a lado, se acurruca, se sube al sofá, ladra impaciente y llora aún cuando sólo son las llaves que escucha y aun faltan pasos para abrir la puerta. Es tan noble que comparte su comida con las palomas que bajan y aluna vez fue amigo generoso de un gato.

Se toma en serio asi mismo ese papel del guardìan, amo y señor y seguro mas de uno habrà mejor optado por dejarme de visitar...
El único que siempre se alegrará de verme el que no me reprochará aunque yo le haya reprendido,  o dejado sin un balde de agua... el unico macho fiel al menos entre mi lista y seguro que siempre me regalara una mirada y querra recargarse en mis piernas

Si alguna vez lo pierdo no habría nadie que me recibirá o que se alegrara y que con silente devoción me ofrecerá su cariño  Supongo que lo que a veces da miedo es en el caso de la vejez (depender de otros) y la muerte (dejar a quienes se quedan desvalidos o tu desprotegido)... de pronto un día tan sólo esas cosas desaparecen y no habrá ocasión de ponerse en estado inconveniente "hasta las cejas" por la pena de no verle sino porque en cuatro patas avanzarán mas rápido y uno con solo un par a veces sin olfato será dificil encontrarlos