De Patente Vencida

El viejito que siempre veo en la misma escalinata del subterráneo ahora reconoce mis pasos y sonrie siempre le hablo,  cualquier cosa insignificante que pueda darle a el pareciera que fuera un aliciente y lo toma con cuidado como si fuera un tesoro... lo guarda en una bolsa vieja de mandado sucia, mientras escucho su voz apagada entre su dentadura roida y descuidada, siempre tiene palabras amables para mi entre silabas atropelladas por su Parkinson.

Observo con detenimento su rostro, y reconozco en sus ojos, a los de mi abuelo, igual de grises quizá lo hago porque el no puede verme pero sonrie, siempre que me detengo le toco sus manos o el hombro mientras todo mundo pasa de prisa haciendo caso omiso de su presencia,  yo desde hace tiempo tengo la costumbre de tomarme unos minutos aunque sea para decirle hola.

... Yo tan inconforme con tantas cosas y pocos se conforman con nada, de quien menos espero llegan ciertas lecciones.  Creo que cada vez que lo veo y me dice alguna cosa yo me voy con una nube  llena de preguntas,  la mirada cristalina y con el corazón mas despostillado que de costumbre y a veces lamento que no lo veo por las mañanas.

Ayer me besó la mano, me tomó de la cara como si fuera para reconocerme... me dijo hace tiempo, que no dejara de saludarlo aunque no le diera nada.  Me dijo que le gustaba ser mi amigo

Hace dos semanas me puse a llorar pidiendole a alguien con muy poca dignidad la verdad,  me permitiera serlo.  Supongo que a veces los bateos generales, los silencios, la descortesia y la indiferencia vienen de donde sea y de quien menos lo esperas.  El creo que también perdió la vista pero de modo consiente, como esa gente que pasa ante los mendigos fingiendo que alguna vez fué su amigo sin escuchar, sin mirar, sin contestar.  Que tonta pero,  aun espero con la mano estirada hacia él...

Lo impredecible de algunas personas me sorprende y hoy debo elegir y bloquear todo lo que hace daño o tirarlo aunque no quiera, y aguantar sin recoger los pedazos para que comienze a cansarme de pedir limosnas.