Carajo, ¡que tino!

Hace un par de meses me compré una bicicleta, si soy sincera mucho tiempo tuve ganas de una, cuando yo era apenas un pendón, mi padre desarmó muy maquiavelicamente una que un tío bien intencionado y dadivoso nos había regalado a mi y a mis hermanos, pero como mi padre le tenia aversión a esas cosas de los arañazos, los golpes y las fracturas juntas, segun el "me protegió" perdiendo varios tornillos cuando la desarmó.

Lo que nunca supo, fue que me causó un enorme trauma y un deseo animal por poseer un bolido de esos a como diera lugar y que tuve que esperar a que se muriera para adquirir uno a como de lugar. Habrase visto. Mi mejor pretexto aparte de ese era que cerca de acá, hay un parque cercano para poderla rodar , matando alguna hora aburrida del fin de semana o como ya esta tan de moda, rodar por Reforma y pasear mientras en domingo algunos otros duermen siestas o hacen cosas aburridas , en esta ciudad tan anémica de espiritu, tullida, medio huevona, mojigata hasta los confines mas extraños nada como dar un paseo a dos ruedas, me dije yo.

Aunque algunos otros hacen cosas mas entretenidas. En eso andaba pensando yo, cuando decidi salir hacia la tienda pero pensando en mis piernas y el beneficio de mis vertebras decidí sacar la bicicleta. Tengo que atravesar una avenida ancha y como veo al camión haciendo la parada yo me lanzo, esperen, el también!, Carajo que tino! ... pierdo el control pero en un pedaleo y un pestañeo mas caigo al piso.

Pensé que la bici salia volando por un lado y yo por el otro, no puedo levantarme, se forma la bola alrededor ¿de donde habrá salido tanto curioso si aqui nadie camina?, mucho menos si la tienda esta afuera del fraccionamiento. No, no está privada oigo decir a uno que se agacha para verificar si respiro aun.
no veo nada, escandalosamente comienza a dolerme la cabeza. Ya se quién es -exclama uno - ella vive al final de la calle, vive en el edificio de departamentitos, - si, vive en el 3er piso - ahonda otro por ahi.

Mientras al unisono yo pienso que seguro necesitaré cirugia plástica o un doctor joven, guapo y que sea especialista en la Quiropráctica. (mi doctorcito)... !ay mis huesos! en ese momento me arrepiento de no tomar ni de la deslactosada. Siento el cuerpo mojado, ¿serán heridas o habrá empezado a llover? pero con este sol... (reflexiono)

Percibo una luz intensa sobre la cara y solo me aduce a pensar en el resplandor al final del tunel cuando se nos acaba el veinte. Tal parece que me muero pero a mi solo se me ocurren puras pendejadas. ¿Rezar? debería, pero nomás de acordarme del fanatismo que impera en este país, me niego, mejor que lo hagan ellos, los que lleguen con cara de compungidos a dar el pésame a mi mamá. Si soy bien exagerada.
Se reirán y exclamarán ... vaya muerte ridicula la de la difunta, en una bicicleta; Lo más humillante es que acabaré enfrente de un Banamex, un Sears y Un Banorte. Me lleva. Conozco cada pormenor de la calle porque la inspecciono cada mañana desde la ventana de mi estudio a falta de inspiración como ahora, medio apachurrada. Siquiera hubiera llegado al parque aqui no paran de verme, ni de hablar, de pronto oigo que un tipo argumenta será mejor no moverla hasta que llegue la cruz.

¿la cruz verde?