Así como en el Principio...

Kurt Vonnegut un escritor decía, que uno tenía que escribirle siempre a alguien

Parece que la distancia, siempre logra acortarse desde siempre con la casualidad de un par de letras y las sensaciones que reviven.  Mientras escribo, pienso en ese colchón en el suelo con una sábana ligera color amarillo de la primera vez...
Aquel techo ajado que no terminé de reparar y las paredes, el suelo y los cuartos vacíos como si fuera el escenario ideal para poder oír mejor nuestras voces o los suspiros junto a las miradas nerviosas y mi voz pidiéndote una sola cosa que hoy me parece era el plan inaugural y no lo habíamos previsto.

Hay días que quiero ser egoísta, ¿que tan egoísta se puede ser, si yo solo busco esos momentos de escribirte a ti? Vonnegut tenía mucha razón, porque solo se puede seducir, escribir y hacerle el amor a una sola persona a la vez.

Tu sexo y el mío es esa melódica manera en la que repetidamente uno se deleita, por la cadencia de ejecutarla,  invariable a cualquier ritmo, el soundtrack favorito en que regresamos al episodio, en que como escribir, vuelvo a repasar ese momento como si no hubiera pasado tanto entre nosotros, y que en cada persona que pudiera llegar, quería que fueras tú, porque el placer se recrea,solo al esperar a quien egoístamente eliges aguardar.

Decirte que soy tuya
Pedirte que seas solo para mi
aunque suene a lugar común...

Y de pronto escribirnos transformando el momento al hablarlo contigo porque las cosas se reviran, quizá sin mucho sentido, o explicación; Entre el remake y los regresos la cadencia se vuelve mejor y volvemos a empezar sin que el deseo se agote

Estoy aquí escribiendo, mirando mi lunar (tu favorito) y escuchando a Bowie.

El resto se puede ir al infierno... o nosotros.