Pata de Perro

Hace mucho dejé de ser un poco pata de perro, una expresión que alude a andar de aquí y allá sin importar las distancias en toda la ciudad o en lugares distintos de donde es uno. En mis años mozos, cuando apenas tenía 15 años, hasta introducir el boleto del metro me daba pavor y disimulaba siempre logrando que alguien más lo hiciera por mi, pretextando adelantarme y solo situarme frente al torniquete para no evidenciar mi incapacidad.

Creo que era medio inútil, la verdad. Mi madre insistía siempre llevarnos a mis hermanos y a mi a todas partes en el auto y eso tuvo una repercusión que hasta entrados los 20 años, obligada a ir a otra escuela mas lejos y sola se quitó pero con muchas penurias.

Mi madre en mas de una ocasión se sorprendió, cuando andando lejos de casa a veces la sacaba de apuro o saliamos al paso guiándola yo para salir de un atolladero,  tomando atajos en avenidas o circuitos. (vaya! ya era yo muy eficiente antes de que existiera el ge pe ese y el google maps).   Y es así que descubrí el mundo a pata y bus mas allá de mis narices.  Descubres otras cualidades como ser ubicada por  andar de andariega y buena malabarista con tacones de 11 cm en las calles defectuosas.  Ahora soy una vaga, no se si es la edad o la necesidad, pero ser vaga es engañoso en el concepto, aquí en México,significa algo distinto al resto del mundo quizá hasta pueda ser una cualidad. Aunque si se trata de refugiarte para no salir basta una taza de café aunque el mundo sea un pañuelo.