Dice el viejo refranero: “aprovechar bien la lumbre, es buena costumbre”.
Más allá de un simple fuego combatiente contra los inviernos, Ella siempre decía que tener el fogón listo era porque surgía de entre las llamas un calor humano y acogedor, era el pretexto de la reunión en el hogar. En casa de mis Abuelos Maternos durante mucho tiempo usaron un calentador de leña, y con la helada de la madrugada para hacer frente a un día duro en la estación, mi abuelo que era mecánico de trenes, puntual antes de irse a la labor dejaba todo listo para nosotros los niños que habían llegado de visita.
Los Ingredientes muy básicos: palos y troncos, paja, papel de periódicos, cartones, en un chispazo el agua salía calientita y era una combinación muy grata oler la madera quemada, sentir el clima húmedo y frio y ver el cielo gris claro. Después dentro, lumbre que te quiero lumbre todos arrimaditos, en sillitas bajas alrededor de Abuelita leyendo historietas que nos compraba, libros de fotos, juegos.
Bebiamos chocolate caliente Oaxaqueño, Un trozo de pan y algo de fiambre no creo que haya yo tenido mejores sabores en el paladar, Mis 2 abuelas eran expertas en cocidos, potajes, papas, arroz, migas (que este último nunca me ha gustado) cualquier alimento ellas lo hacían digno de ocupar un lugar en las brasas, con el único requisito de alojarse en una gran olla o sartén apoyadas en las estrebes. Asados estofados con papas, había castañas e incluso gambas como las llamaba la otra Abuela que a mis pocos años decía yo que hablaba raro.
Después de ya más "modernizados" recuerdo de unas improvisadas palomitas que manufacturamos como compañeras de la lumbre al estrenar una estufa. Recuerdo a mi abuelo preparando en una sartén puesta al fuego. La gracia del juego no fue otra que dejarla tal cual, sin taparla y cuando el maíz rompía la habitación se convertía en un divertido castillo de fuegos artificiales en versión 3D.
9 solo lo soñaron:
Bonitos recuerdos Jo que ya formamn parte de tu vida y te han ayudado a convertirte en la magnifica mujer que eres
Un besazo a la luz de la lumbre guapa
Dicen que las memorias es el paraíso
donde no pueden expulsarnos.
Ohhhh! Chocolate caliente!!!
Amo los recuerdos... nos hacen vivir una vez más eso que ya no está.
Un beso sis!
...¡eh ah! se me antojaron las palomitas de sartén.
¡Qué bellos recuerdos! Buen oasis al que acudir cuando necesitamos fortalecernos en el silencio.
Entrañables recuerdos de infancia. A mi me pasa lo mismo, recuerdo cuando mi madre cocía calderos enormes de cebolla y sangre para hacer morcillas para todo el año. Ese día comíamos judías hechas en un puchero de barro aprovechando la lumbre que no paraba en todo el día. En ese pequeño cuarto no teníamos luz eléctrica y cuando llegaba la noche poníamos velas y candiles. Y también recuerdo llevarle a mis abuelos paternos un plato de morcillas recién hechas, humeantes, casi quemándome las manos. Una sensación que nunca olvidaré.
Ya estoy imaginando la casa de tus abuelos estallando en "pororós", pero lo que veo es la de mis abuelos...
Un abrazo.
Me ha encantado las palomitas edtallando por la cocina. Mi abuela me enseñó punto de cruz, yo lo odiaba, prefería callejear. Pero la quiero. Y nos hacía pan tostado en la lumbre. Delicioso. Un beso y gracias por hacerme recordar.
:)
Geniales fuegos artificiales, y muy deliciosos.
Besos.
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