¿Maduré?

En nuestras relaciones interpersonales, abundan situaciones asquerosamente comunes como la del ”sueñus interruptus”  ¿y Què es?.  He de confesar que tengo un problema. Me reconozco adicta al “yo eso no lo haría” y esta particular droga me convierte en una persona más intransigente y susceptible de lo que sería saludable.
Cuando yo me enojo con alguien en la vida cotidiana, y a modo persona a persona sinceramente no hablo ni media palabra, no tengo cara larga ni grito ni me acongojo simplemente no hablo, pero eso sí, si en público estamos jamàs nadie se darà cuenta que yo estoy molesta con ese alguien. No inmiscuyo a las masas sobre el desacuerdo.
igualmente recuerdo que cuando llegaba a casa y tenía un mal día, al noviecito en turno, a mi madre o hermano les hacía prometer por 5 minutos no me hablaran, me encerraba, tomaba aire, un té o unos choques electricos y después me conducia normal, en el sitio asi no afectaba a nadie ni le decía algo inconveniente por venir contaminada.

Eso de “recibes lo que das al mundo” es cierto, pero con matices. Hay que asimilar que cuando una es “la delicadeza personificada” en su trato interpersonal, la gran mayoría del cruel mundo no te va a responder de la misma delicada forma.
Cuidar las relaciones y tener siempre en cuenta los sentimientos y/o necesidades de los otros, no es una garantía de que esas personas no te vayan a arañar, ignorar, despreciar o descuidar. No todo el mundo sabe ser cuidadoso. Nos guste o no, la empatía es un bien escaso.  y yo soy una cabra salvaje que he regado el tepache mas de una vez.

De hecho perdí la confianza de alguien que siempre fue amable, perdí el rumbo confundiendo cordialidad con indiferencia y sobre todo no medí espacios y sensatez para no invadir  o perdiendo el tiempo y hasta la compostura reclamando cosas que ni al caso con la bandera de "la amistad" hecha girones por mi actitud.

Antes de decir o hacer algo, antes incluso de escribir un comentario con sustancia por estos lares, hubo veces que nunca tuve en cuenta a la persona que tenía enfrente.   En fin Conozco personas que Seleccionan cuidadosamente lo que van a decir y el tono. Algo en definitiva, lo que seguramente les gustaría que hiciesen con ellos. El problema llega cuando yo consideré ser de ese modo y no sólo no me respondieron de la misma manera, sino que lo hacen ahora “tan lejos y tan bajito”, que ni siquiera se escucha “su eco” y sólo se oyen grillos.
pero es que me lo gané ... je.
Hay una cita de Nietzsche dolorosamente lucida que lo resume perfectamente:

“Las personas que brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho”.   Así que he llegado a la conclusión y en parte egoista dinámica que cuando alguien “te robe tu sueño”, menosprecie algo que tu adoras, se burle de tus principios o, simplemente, no vea o no tenga en cuenta a la persona que tiene enfrente, valores bien la situación y pensar dos veces antes de decir o reclamar nada.  La gente a veces no tiene ni el tenor, ni el humor ni cabeza para soportar a otros. Puede que hayan tenido un mal día simplemente....

¿o que, me tengo que mudar a otro planeta?