Epíteto Apto

Una de niña había que afanarse con recato mesura, paciencia, tolerancia, perdón diligencia y presteza extrema porque eso decian las abuelas que debía ser, todo para que no se quemara las tortilla, aunque te quemaras la mano, no importaba si vivías en los años 90´s o en el periodo Victoriano.

Por otro lado había las otras abuelas que te decían que las tortillas valían madre, que las cosas no eran asi y que había que estar sola, ser valerosa, independiente, entera, digna y nadie debía darse cuenta ni enterarse de tu condición aun con todo y tu corazón roto.  De a poco que uno va a adaptándose se siente uno como perdido y entre tanto laberinto va uno dándose de topes o dando tumbos.

Uno no puede adaptarse de pronto o de rápido a nuevas situaciones y entre tumbo y tumbo uno termina demasiado dañado o demasiado miedoso para volver a arriesgar sin correr el riesgo de ser tlaqueado
lo suficiente para temer y no arriesgar.  Ya me lo había dicho mi Abuela pero parece que en el camino de la vida se me había olvidado.

Y es cuándo quisiera ser una chica mala, tan mala que no se note la diferencia dentro de una apuesta cotidiana. En el argot de la palabra ser malo no es despectivo, es creo yo la utilización irónica de una situación como si dijeras "excelente" o "guay". No es simplemente la palabra contraria de "buena", puesta al revés, es una descripción un tanto llena de implicaciones dionisiacas porque eso pesa mas que lo apolíneo en nuestro comportamiento humano defectuoso.
Ser malo es la liberación de una discreción convencional y aburrida a base de talento, destreza, prestancia, frialdad y una determinación obsesiva por ser temeraria, valiente y diligente en situaciones espinosas principalmente, porque la maldad está subrayada por audacia, transformar alguna experiencia convencional y perturbadora que se mantienga a ras y que lo que nos hagan los otros no te de en la madre, porque valió madre lo que sientes y ellos se van como si no pasara nada valiéndoles madre.
 Siento que uno se agobia demasiado cuando todo vale madre, porque que no se sabe a veces lo que conviene o mas bien si,  pero cuesta afrontarlo, o aceptarlo. Mi Padre decía siempre que si no sabias querer a alguien valdría madre puesto que alguien que se jacte de ser buen amigo, buen amor o buen hijo debería venir con instructivo para considerar al otro y no herir valiendole madre.

Hace tiempo que no he tenido a nadie cerca que me ayude a tener esperanza.  Haría falta suerte, pero vale madre, hay personas que no me puedo sacar de la mente ni del corazón, tampoco tendré templanza ni el síndrome Penélope.  Quiero ser mala y no sentir nada. Pero para ser lo suficiente mala también se necesita paciencia para aprender y de esa no agarré cuando me formé.

Vale madre. Joder.