Spleen por el Silencio

Escribir es una actividad excluyente y hoy me siento como un rompecabezas.
Gracias a mis asimetrías psiquiátricas puedo cargarme de energía con una canción o alguna nostalgia no importa que tipo de recuerdos retorcidos o misterios, después de tantos años puedan servir de salvo conducto para mi salvación, pero asumo que hoy no culpo a las musas, ni a la sequía de acontecimientos dignos de contarse, hoy no tengo ninguna balsa.

No tengo ganas de escribir, en algún momento las letras se han parado en seco.

Para momentos así me gustaría abrir la palabra en lo escrito, como una venda al aire y dejar que sane, como pueda en trueque de esos silencios que me obligan a callar, porque los silencios no pueden calibrarse, un silencio es un silencio, no puede ser mayor o mejor que otro solo existen y son insuperables

¿por que en ciertos momentos las palabras convocan a la desmesura?

En un silencio bien se pueden guardar los quejidos, los reproches, las preguntas, los faltantes y tragarse ese lenguaje como saliva. Repetir lo que nunca dijimos se queda acodado dentro de si.

No se escribe para llenar un espacio sino para dejarlo abierto pero pasa que cuando se engendra el silencio no hay modo de fecundarlo ni sufrir el encuentro con palabras y es cuando me instalo en ese trance donde puede que me quede asfixiada porque me abraza como con hilos de alambre que rompe todos mis huesos.

Así que me voy a quedar aqui.
en silencio