Sin Burnout, Please

Mi jefe Simón y yo nos entendemos perfecto, yo sabía que hacer y lo que me tocaba cuando el estaba y sin chistar procuraba tener todo a la perfección con responsabilidad y nadie se metía conmigo. Disfrutaba mi trabajo.

Un buen día altos mandos y por necesidad imperante deciden que necesita descanso y espacio vacacional, merecido y válido pero no preeví lo que eso significaba ni la avalancha que se nos venía a el equipo. Los altos mandos resuelven que en su sitio se quede una Mujer directora de otra área (mercadotécnia) si vieron esa película de "los increibles" Edna moda es su vivo retrato solo que menos simpaticona delgada como adolescente anoréxica y más bien parece momia. (dicen que nadie la ha visto comer ninguna vez)

De pronto he tenido que integrar y aprender otro tipo de procesos de impresión, mercadotécnia principalmente y otro séquito de cosas con las cuáles no estaba familiarizada y que poco me interesaban. Estas ultimas semanas me he sentido al mando de ella atrapada en un mundo totalmente árido y sin libertad creativa de la que gozaba con mi ahora jefe vacacionista.

No importa, me dije al principio los retos son buenos y que mejor comenzar a tomarlos indiscriminadamente ahora que necesito tanta distracción, tendré tiempo para seguir con los copywriters, con los story boards, con las frases para slogans y seguro irá fluyendo no importa que no esté Bross. Mientras tanto, aunque no suena a buena combinación sigo echándome taco de ojo con el adonis, el alto y el mamón que trabajan conmigo y dejo de lado a los tontos que nadie codicia de cerca o lejos porque como dijera Arte dan cuz cuz

Hay esfinges como "Edna" que pueden ofrecernos una sonrisa, pueden por detrás apuñalarnos con el comentario más flamígero y mal intencionado y con gran habilidad multitask "sabias" salen ilesas de una situación aún cuando la idea original haya salido de ellas y frente al cliente finjan demencia con cara de "yo no ordené eso" cuando el error es garrafal.

Creo que se requiere habilidad para los errores cometidos o que se quiera endilgar mis ideas como un milagro, otorgarme una penitencia injusta por mis pecados sin apelar mi inteligencia. Estas semanas estuve conteniendo mi ímpetu sin mentárle la madre o llorar, se requiere mucha resistencia, y ultimamente me siento andar nadando entre medusas venenosas, que pueden parecer graciosas pero solo en una playita, no en la oficina

Nunca había conocido a una jefa misógina, la hipocondría y la depresión puede confundir a más de una, puede que se traduzcan en una agresividad que ni invoco y ahora aclarando y
para rematar pondré mi comentario con cuidado no vaya a ser que se cuelgen otro adjetivo como el de las voluntariosas secretarias en asuntos bipolares que hice una vez y que ni al caso.

El proceso y nivel misógino que tiene "Edna" en exigencia y caprichos es mayor de lo que esperaba, mi capacidad de resolver los problemas aún cuando no vienen la queja directa del cliente sino de ella supera mi razonamiento y mi paciencia a ultimas fechas a veces pareciera que se desmorona. Comenzé a quedarme mas tiempo en el trabajo, mis fines de semana reducidos a trizas y si era fakir antes ahora creo que en menos de tres semanas he bajado mas kilos que nadie. (bueno al menos no está tan mal bella y anémica) ja y ni para escaparme una tarde con Alex el madrileño (suspiro, ya ni se de su vida porque anda en tierras Regias)

Me he dado cuenta que he dejado de lado actividades que me gustaban, leer un buen libro por la tarde noche, la bicicleta, pintar o decorar mi casa con chunches de revista y el tiempo sobre mi vida personal ya no sobra al grado de sentirme cansona, chascona y poco motivada al borde de un severo caso de desgaste profesional.

Burnout suena a un Vino de mesa pero solo se refiere a ese transtorno crónico donde seguramente en una de esas y en rebelión me negaré a cumplir exigencias laborales extremas a manos de "Edna". Si tengo pensamientos homicidas ya saben a quién echarle la culpa. Para mi desgracia Simon Vuelve en una semana y nunca me había sentido más huerfana que ahora.

Lunes, otra vez