Regalo Adelantado

Si pudiera Ver a Santa , creo que si podría pedirle una cosa. Las lucecitas vacilantes prematuras navideñas en medio de Noviembre me distraen la mirada. Si pudiera armar una serie de acontecimientos como storyboard podría estar en cualquier otra parte.

La cabeza se me va a cada momento y me veo en millones de sitios, pero aqui no definitivamente aqui no. Son cerca de las 10 de la noche y me aburro de visita con familia a quién no veo desde hace mucho tiempo.

Estoy plagada de amigos hombres aunque no necesariamente he salido con todos en "otro plan", mi vida se llenó de pronto a ultimos meses de vida social, viajes laborales relámpago y tertulias pero a veces, supongo que me sucede en esos momentos como este, donde en vez de querer compartir o integrarme, mi ánimo no lo cargé conmigo.

Hace tiempo dejé de ir a las reuniones con mi familia mas cercana, donde pretenden más de una tia develar el gran misterio de mi vida. Eso es lo malo no aparecerse tan habitualmente en sus fiestecillas o ser un poco ajena o rara (mi madre constantemente me decía hermitaña y lo odiaba) . Me había propuesto traer un libro y asi entrentenía los ratos muertos camino aqui, pero cuando lo comenté mi hermana me ha hecho saber que lo del libro, no estaría bien visto y que no da buena imagen pero si a mi se me da eso de las relaciones Públicas en su concepto menos hostil, disimulo con los libros, pero la explicación me pareció solemne tontería a mi.

Alguien por lo menos que no ha hojeado en su vida otra cosa que la guía telefónica, seguro se alejará de mi, pero con una mueca mi madre me advierte que no me queda mas remedio que Ajo y Agua: osea a joderme y a aguantarme y como para suavizar la expresión, me ha dicho que después iremos a escoger y comprar regalos.

Yo entiendo muy bien el sentimiento de la unión familiar peor aún si bebes coca cola y comienza la Navidad, lo que la gente a veces no entiende es que a veces no se tienen esos ánimos aunque haya de por medio regalos. Cumplir con protocolos, no me va, tampoco entiendo mucho eso de andar como muégano en familia, repartiendo abrazos y regalos; la verdad he quedado un poco desdomesticada, aunque desde los cambios drásticos que en mi familia imperaron de hace tiempo acá cambiaron las normas y si de por si en casa de mamá ya eramos aburridisimos con la muerte de mi Papá somos lo doble.

No me imagino que pueda hacerle mucha ilusión una visita mía a dos tios que veo cada que hay una olimpiada. Observo el salón y me desparramo en un sofá. Arcos, paredes y marialuisas de cuadros dan movimiento interior dominado por el blanco.
No soy una experta en telas y carpinteria, pero me conozco todos estos detalles y más porque este saloncito es la niña de los ojos de mi tia donde la he oido trecientas mil veces describir dónde compró cada cosa y cuánto tiempo la llevó a elegir, quién le ha regalado el sin fin o cúmulo de cosas...
mientras observo el saloncito para rescatar mi memoria, mi tio interrumpe dirigiéndose a mi

- Este es para ti,
me extiende una caja pequeña envuelta en papel y se adelanta a decir,

- un regalo adelantado, seguro que en Navidad no irás a venir.
¿y que tal como la haz pasado ?, ¿como estás?

Vuelvo la cabeza hacia él , sorprendida. Parece que alguien la hubiese sacudido y se sienta a mi lado

-Ah gracias... perdona, estaba distraida - me incorporo
y enseguida pienso: aburrida, mi madre y mi hermana me han obligado a venir. Dicen que no es malo ser sociables de vez en cuando, es mas de hecho dicen que algo me pasa y que no quieren verme asi, pero se preocupan en vano, las vísperas de Navidades las afectan demasiado, lo único que me pasa a mi es que soy una antisocial algo tan simple como eso, y lo único que yo quería era quedarme en casa disfrutando mi libro que a bien estaría a tiempo de acabarlo para que en Navidad me trajeran otro nuevo. (sería un regalo perfecto).

Momentos antes cuando mi madre mencionó lo de los regalos me puse a pensar cuando yo entraba a esos intercambios donde todo el mundo acudía al roperazo, a regalarte lo que te dió el año anterior, a regalarte lo que tu le regalaste, lo que compró y se arrepintió, lo que le gusta menos o la que las prisas o la crisis le permitió.

y resignados acudir al remedio casero del Agua y Ajo o en su defecto armar algún tango si tienes menos de 9 años de edad. Sé no es para tanto, un regalo siempre debe agradecerse sólo que a veces uno termina bien inconforme. Si te nace y es cualquier otra época, es padre dar algo o sin razón aparente, pero a veces en Navidades pareciera mas requisito o algo obligado.

Pocas veces me ha sucedido esa grata suerte de recibir el regalo prometido, o el regalo perfecto... juro que no armo tangos por ello... me seduce desenvolver regalos es emocionante y hace tiempo creo que sin ser grinch reflexiono acerca de lo grato de dar y recibir, basta la intención.

Ahora lo único que tengo es ansia por irme a mi casa con la pura nostalgia y eso que la Navidad todavia ni llega.