Fantasías de Lentejuela

Malquerida:

Recuerdo cuando mi abuela decía que antes cada quién desde su trinchera decía vivir feliz, cómodo o tranquilo, cuando yo no pensaba siquiera en preguntarme como hoy, cuál era la ciudad ideal para vivir.
Agotados por la espiral decadente que se vive en esta Ciudad en sus modos cotidianos y sus formas de vivir, yo le acoto un término a pesar del mal tiempo que se ha instalado en este país...

Yo vivo en deuda permanente con ella, a la ciudad de México le debo casi todo: Familia, Carrera, Afectos, Sitios singulares y hasta novios citadinos.

Sin embargo también le debo ciertos arrebatos, y pérdidas palomeadas en mi bitácora personal, gente improvisada que de pronto se volvió profesional para asaltar o matar, ciertas corruptelas en políticos y personajes varios que se dicen representarme mientras comen y viajan a sus anchas con mis impuestos, situaciones surreales que rayan en lo ridículo, secuestros de aviones a manos de un orate fanático que pone a prueba nuestra ineficacia por inéptos. México encierra en sí una terrible concentración de los males nacionales agolpados en territorios desde el sur hasta el norte del país: Pobreza, desigualdad, desempleo, violencia, cacicazgo (desde el político al Cultural), con el mayor índice de homicidios de mujeres o violencia pero que a veces parece que nadie lo notamos o se nos olvida andando como autómatas o autistas con nuestros audifonos e ipods, bailando una canción de Michael Jackson.

Los demás artilugios mejor nos los inventamos, incluyendo la risa, antes que nos las arrebate uno mas vivo a la vuelta de la esquina, por salir a trabajar o a divertirnos.

La tendencia generalizada al andar en las ciudades en colectividad, al mismo tiempo nos vuelve anónimos, llenos de conflicto puesto que pasamos la mayor parte imersos en ellas, llenos de estréss y preocupación casi como en un hervidero.

Las barbaridades de todas las ciudades ya sean grandes o chicas, concretamente no son un problema geográfico sino humano. Corren otros tiempos y quizá vengan peores, pero no quiero acostumbrarme a leer los periódicos mexicanos y que no me impresionen los muertos o robos que se cobran todos los días en este país por todas las razones o "alternativas" que han encontrado narcotraficantes, Secuestradores, Policias con Placa, Políticos ladrones y demás.

Entre Confidencias, quiero decir que aún cuando estemos sintonizados en una misma onda malhumorada y sonrisas con mueca desencajada, sigo afirmando que no sólo esta ciudad es Maravillosa, sino todo este país Completito con todo y esas indigencias, aunque pareciera que necesitemos alicientes ridículos como espectáculos faranduleros de quinta, Fútbol o adornitos llenos de brillito y lentejuela para el patriotismo.


Pd: Te quiero