Cloaca Sentimental

Antes provocaba pasar por ciertos parajes y me enganchaba a su sombra, y cada vez que pasaba por ahí daba cuenta que estaba mas hambrienta y mas enloquecida, agazapada me hacía marcas en la espalda y yo terminaba sollozando sin control. Alguna vez acerqué mis ojos muy cerca a la ausencia y quedé ciega, supongo que a veces es necesario ocupar tinieblas para esconder ciertas pasiones aun cuando entre girones maltratada por el tiempo esta parezca una momia.

El deseo es tan torturado últimamente que cuando me besó la última vez, yo no me dí cuenta que la boca se me llenó de alambres junto con sueños que terminaron reventados. Me los he ido quitando uno a uno con cuidado y no he podido aguantar las lágrimas.

Cuando he tirado el último que quedaba, salió con mucho esfuerzo, como esos cabellos largos y finos que a veces descubres en tu boca y cuando los quitas con náuseas tienen medio cuerpo fuera y el otro medio bien enterrado en la garganta.

No olvidaré el tierno beso y tranquilo frente al alféizar de esa ventana, pero ese último... ese sosiego me ha durado poco.

Como un lobo hambriento, el deseo a veces vuelve y se aparece para acosarme, y ya no hay remedio... convaleciente, vuelvo a sentir alambres y me desgarran irremediablemente. Incapaz de resistir mas tiempo, he afilado uno de esos alambres y he tenido que soñar por última vez para poder cerrar el circulo, acudo a la sombra acechante y la beso y cierro los ojos así como esa primera vez, apretando el cuerpo y rodeándole con los brazos, tratándo de sentir sus labios de nuevo.

He soplado con fuerza y el alambre que descansaba en mi lengua tramposa y alevosamente ha salido disparada como una cerbatana contra la garganta de la sombra.

Oí unos extraños ruidos y enseguida un desplome, justo como cuándo la venda se cayó de mis ojos en aquella ocasión. La sombra cayó vencida y yo me he quedado mirándola desconcertada y muda justo a mis pies.

Pareciera que estuviera encerrada en un calabozo, humedo y sin luz justo como en aquellos tiempos de inquisición y a pesar de todo ese trance, la sombra no se despide de mi.