Sapiencia de Altura

Según el diccionario, un fetiche es un idolo u objeto de culto al que se le atribuyen poderes sobrenaturales, yo tengo uno, pero con estos tiempos que me cargo, corro tan descontroladamente en medio de pasillos, corredores atribulados de fotografías, posters, encartes, el teléfono que ladra incesante y de traer abrigo con tela polar y forro por la mañana, tengo que cambiar radical el atuendo por una cosa mas ligera que no me agobie porque sude en la oficina o baje y suba escaleras.

las calles atribuladas, pisadas, grietas imperfección y suciedad dentro de la selva de asfalto, a veces pienso en mis zapatos aun cuando no sean un Manolo Blahnik o unos Ferragano, en plena crisis ya ni desgasto el desliz de la tarjeta.

La verdad es que odio el clima caluroso, los cambios radicales de temperatura y regresar a la rutina pero en esta vida nos van marcando una línea y una pauta por un camino que se nos exige. Tan virtual o descorazonado el tiempo se ha tenido que volver un poco mi aliado aunque a veces no coopere demasiado, reviso el móvil y hay un indicio en un sms corto en una linea con letras blancas, que hace que me eleve al cielo de la pantalla que me ilumina al unísono, sintiendo la alfombra bajo mis pies sin zapatos. Me da la certeza de que hay para mi en la deriva del amor, un techo, o unos tabiques aún y creo que he aprendido en que consiste la paciencia, todo termina por llegar dando pasos firmes, cortos y seguros.
Debo de verme como si no hubiera tardado una hora en arreglarme, pero ahora uso mucho el mantra ese que dice slow y camino apacible disfrutando las aceras rumbo al andar diario.

Mis zapatos con tacón sin ser extremos, comódos y acanalados aunque haga frío muy temprano, me agrada que estilizen las piernas y las formas del cuerpo. Respeto mucho la ingenieria de los que traen en el diseño suelas pintadas de rojo ajenas a todo el conjunto negro, los de mis zapatos azul profundo, de estilo marino y la base suave de rayas delgadas azules sobre fondo blanco como para ropa sport, los cerrados que te ofrecen una apariencia mas clásica y las sandalias, ciertas plataformas, los mules, los pumps, los donatella ... Cumplen su papel sexy aun cuando digan que la polémica está puntiaguda entre la estética, la crisis y la traumatología que se debate y es tan basto como tema tan infinito, como el tabáco y su capacidad de matar.

A los pies debemos consolarlos con manicura, consolarlos con un masaje exfoliante usar un barniz en las uñas y consentirlos de modo especial pero soy sincera, a veces me importan un rábano, con tal de que me hagan lucir, pero ayer no pensé mucho en mi comodidad, tanto que un día de estos, si ven venir hacia ustedes un pollo espinado es que seguro se metió a un museo por más de dos horas, caminó kilométros, busco una dirección, esperó demasiado por un documento y nunca pensó en los pobres pies, que no deben perder su horizonte ni el semblante de su dueña, si por un momento sus pies se convierten en rascacielos aunque no sean de Nueva York.

auch!