Entre lineas

Primero fue el verbo... revivir en un nombre y después la mirada
asombrada de tactos los labios en los rostros, con los ojos
cerrados y lo siguió el deseo interminable, vasto,
el abrazo perenne,  el alma entre las manos, el caminar unidos
como antenitas de trolebus aunque fuéramos solos siempre juntos
de algun modo pero sin tocarnos.

llegó mas tarde el tiempo, del oscuro presagio, las cenizas
terribles con su silencio agrio. La vida te acerca por caminos
extraños, nunca se sabe con quien ha de toparse uno, ni  donde,
ni como, ni cuando

Dicen fue una vivencia ...yo creo fue un milagro.
Espero la ocasión más oportuna, como espera el astrónomo el
momento de un acontecimiento irrepetible; no el de la alineación
de tierra, luna y sol; tampoco el del descubrimiento de
una nueva galaxia;aún más increíble...
sigo creyendo en las coincidencias aunque las buenas ya
me las haya gastado, tu sigue creyendo en esos viejos adagios
en esos que dicen que siempre caen de pie los gatos

Desearía transformarme en objetos cotidianos, humildes, olvidables,
sencillos. ser una lapicera para escribir de tu mano un poema
amarillo, como los girasoles del arcángel de Arlés que estallan
en verano o dibujar palabras... «simple como un anillo»
extendiendo silencios o provocando versos como de Neruda
como los de Sabines

Por otras, desearía ser nieve y ser espuma, y ser mar, y ser viento,
y ser sol, y ser bruma. y a veces me lo creo convirtiéndome
en cosas que derrotan distancias para cuidar tu sueño,
para leerte una historia, para sembrar esperanza

Pero es todo tan leve... y ya nada es cierto aunque quisiera
adivinarse aunque se digan tarde o poco a tiempo las cosas,
las cosas suceden de algun modo siempre

Perdon por el silencio regalado, por las ausencias no previstas,
por ser mezquina, por ser agria, por ser incredula, por mi palabreria.
Por creer que estoy en una realidad tan distinta a la tuya

¿sabias que aun te quedan 8 vidas? todo saldra bien y vendras
te desgastaras los nudillos de los dedos y las agujetas de los zapatos
vendras sonriendo, llamandome a mi puerta con una bola de estambre,
sublimando mi neurosis con tus bromas simples
y probaras mi cafe pesimo porque nunca aprendi a prepararlo bien.