Creo que lo que pasa a veces ,con las relaciones humanas y no importa los años que tengamos con respecto a alguien y que nos relacionemos; eso no garantiza permanencias, lealtades o durabilidad.
Vaya ni los condones. Je.
He sufrido pérdidas irremediables o irreconciliables por malos entendidos y esos resultan muy lastimosos pero también he decidido no entablar cualquier tipo de relación debido a mi falta de confianza. Quizá es que seguro tengo la culpa de resistirme a abrir mis círculos personales.
La confianza que se quebranta es como aquel plato que rompemos, aunque haya sido de manera accidental. Podemos unir y pegar cada pedacito del plato y podemos, incluso, volver a usarlo. Sin embargo, el plato nunca a volverá a verse o sentirse igual.
Aunque tenga utilidad, en el fondo, sabemos que está roto.
Últimamente he estado pensando en alguien con quién tenía contacto virtual y era cotidiano, aquí su ausencia no es por falta de confianza o por malos entendidos; el vínculo era tan natural que seguro con una venda en los ojos pude haberme largado a Madrid, teniendo la seguridad de acudir a la Biblioteca Nacional y preguntar por Basilio que siempre me hablaba de su trabajo ahí.
Durante la pandemia, y creo que no soy la única, sufrimos dolencias, ausencias y pérddas. Y entre muchas situaciones, aprendizajes y experiencias perdímos personas.
Hablar de pandemias a veces me resulta un acontecimiento casi lejano o como de ciencia ficción; pero a veces, pienso en el acontecimiento como algo que me marca de forma constante debido a los estragos. Me ha arrebatado la certidumbre de saber que aún puedo volver a buscar a alguien y asegurarme que está bien.
10 solo lo soñaron:
Lo peor de la pandemia es que no pensamos que puede llegar a suceder de nuevo. Pero hay que ser optimistas. Y con la edad somos menos complacientes y descartamos más rápido. No creo que esté mal igualmente, saludos.
Pertenecemos a la generación de la pandemia, que causo estragos en nuestras relaciones personales.
Besos.
Beautiful blog
Las relaciones pueden resultar extrañas, van i vienen, se quedan o desparecen i muchas veces, sin saber porquè.... bueno serà, disfrutarlas mientras duren.
Con la pandemia tuve la impresión, de que la gente era más abierta a los demás, quizás por el miedo a la incertidumbre, no sé... una vez superada, esta reacción creo que ha disminuido, hay menos complicidad. Quizás sea sólo una percepción, no me hagas mucho caso, eh !
Buena semana, un abrazo :)
Tardarás más o tardarás menos pero al final verás que no queda nadie o casi nadie.
No es una tragedia.
Te acostumbras.
Y tiene una gran ventaja: la nada no puede traicionarte.
Besos.
Pienso que es cierto, tal cual cuentas, cuando se pierde la confianza en uno mismo, cuesta recuperarla, pero si se reconstruye ese plato como hace el Kintsugi, cubriendo las cicatrices con oro, no sólo vuelve a ser útil, resurge aun más hermoso y sobre todo valioso que antes de ellas. En los demás ya es más complicado, cuando pierdes la confianza en alguien, recuperarla del todo es complicadísimo.. pero es imprescindible para no morirse en vida, no se puede vivir sin confianza, la vida es asumir riesgos,. intentando sean calculados, tampoco se trata de ir de temerarios, sin hacerlo te entierras en vida y eso no es vivir, eso es mera supervivencia... La pandemia dejó muchas secuelas de todo tipo, precisamente creo que la que más ha sufrido con ella es la confianza .. pero ya pasó y hay que seguir viviendo de la mejor forma posible, no tenemos más vida que la que vivimos, no podemos desperdiciarla, es un regalo demasiado valioso: )
Un besazo enooorme y ánimo, tu manos demuestras que has vivido mucho, cada surco es una experiencia vivida, segurísimo el Kintsugi haría de ti una preciosa joya, aun más valiosa de lo que ya eres ; )
Relacionarnos es complicado. Hay que encontrar un equilibrio entre el no querer confiar más en nadie y confiar de nuevo en la gente. Pero estar sola también es difícil. Y al final la llegada y salida de gentes a nuestra vida, por los motivos que sea, es una constante. Yo también creo que hay que ser optimistas, aunque tengo momentos y de pronto lo veo todo imposible.
Un abrazo.
Las relaciones humanas han dejado de serlo por dos aspectos que la han puesto en el saco de la basura,: la competencia y el escalamiento social. Han echado a perder el espíritu humano. Un abrazo. Carlos
Vengo pensando mucho en eso ultimamente. En cómo las relaciones cambian, se rompen, desaparecen sin razón aparente.
Te mando un abrazo fuerte.
Perder la confianza en el otro es problemático, porque si bien es justo genera una barrera hacia lo nuevo. La duda es si soportaremos la soledad a la que generalmente tememos y ahí es cuando nos largamos a la ciega. Y en medio de toda esa duda puede ocurrir la pérdida de confianza en uno mismo.
Claro que es complicado, la vida lo es.
Mi abrazo viaja hacia el norte, que te encuentre.
Publicar un comentario