noviembre 04, 2019

Perdón, no le quisiera contrariar pero yo...

noviembre 04, 2019
El tenía un problema de memoria, eso lo supo desde siempre, desde hace años y no era juego, no es que olvidara lo que más convenía sólo olvidó un montón de cosas, entre ellas quizá hasta las más vitales.
Una vez, olvidó hasta cómo llegar a su propia casa, a veces olvidó comer, otras su nombre o su edad.

Durante un tiempo, le fue difícil, olvidaba sus propios cumpleaños (imaginen si iba a recordar los de alguien más) se olvidaba de la gente que quería, olvidaba que le gustaba y hasta los detalles con sus amores. Cómo es de esperar, siempre recibió reclamos y hasta los reproches podría haberlos ordenado por tamaño, época o tono si no es que olvidaba todo.

No recordaba cumpleaños, fechas especiales, recados, pedidos especiales, fechas, situaciones, recomendaciones, que más hablar.
Llegó a sentirse mal y culpable, fue a terapia, no terminaron de llegar al fondo de la memoria con su terapeuta pero con lo que si terminó fue con la culpa.

Así que si alguien en algún momento intentó hacerle sentir mal por esa pérfida memoria de la que adolecía, ni eso lograron, para qué preocuparse,  seguro se olvidó también de quién era esa persona.

el siempre terminará interrumpiendo todos los argumentos con un - No lo recuerdo-


9 solo lo soñaron:

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Quizás sabía que lo mejor era hacerse el desmemoriado, para quitarse responsabilidades o cargos. UN abrazo. Carlos

Alfred dijo...

Me recuerdas declaraciones de políticos ante las preguntas en un tribunal.
Saludos.

Beauséant dijo...

La memoria nos da lo que somos y de alguna forma decide lo que seremos... a veces la perdemos por eso, porque no queremos saberlo, es una forma (cruel) de defendernos...

Alí Reyes dijo...

si no me equivoco, ese es el título de una canción de José José ¿o no?

Jo dijo...

Y termina con
-no la recuerdo- jajaja

Alexander Strauffon dijo...

Quién sabe si eso sea un mal, o mas bien una bendición disfrazada. No recordar, no entender, al punto de ya no sufrir por el pasado y tampoco angustiarte por el final que viene en el futuro, dado que escapa ya a tu entendimiento. Sí, en el olvido tienen una dicha.

celebrador dijo...

Lo de hacer sentir mal a quien solo es víctima, es un viejo truco, ¿no?.

Jova dijo...

Hola amiga, a veces no queremos recordar aquello que alguna vez nos hizo mal, así que me parece que estuvo muy bien que solo diga no recuerdo. Por cierto, me suena a la canción de amnesia, del príncipe. Cierto?. Te dejo un beso.

Susana dijo...

Al menos olvidó la culpa. un saludo

Joe's books

Elogio de la vagancia
Tacones en el armario
El vicio de la lectura
Noticias del Imperio
The Name of the Rose
Mujeres de ojos grandes
Aura
The Death of Artemio Cruz
The Book of Laughter and Forgetting
The Joke
Immortality
Laughable Loves
The New Drawing on the Right Side of the Brain
The Last Nude
Art and Fear: Observations on the Perils (and Rewards) of Artmaking
The Art Book
The Scrapbook of Frankie Pratt
Concerning the Spiritual in Art
Griffin and Sabine
Color: A Natural History of the Palette


Joe Toledo's favorite books »


Juntos codo a codo Somos mucho más que un blog