Hace algunos días volví a ver "A bout de souffle", protagonizada por Jean-Paul Belmondo, la deslumbrante Jean Seberg, y decenas y decenas de cigarros.
El héroe de la película –Michel Poiccard– conducía un auto, mataba a un policía, huía por campo y ciudad, roba a una ex, se reencuentra con una antigua amante –Jean Seberg–, folla con ella, hace muecas frente al espejo, boxea contra un fantasma, roba un auto, sigue huyendo, etc., etc., etc. y todo eso sin dejar de fumar nunca: siempre hay un cigarro en su boca, o una colilla recién lanzada al suelo o un nuevo cigarro a punto de ser encendido.
No importa que Belmondo sea atlético, de dientes blancos, y ande de corredor fondista: no hay contradicción entre su vicio y todas estas cualidades.
Me acuerdo de todos mis novios, (bueno en realidad no llenan ni una cajetilla) pero casi todos fumaban menos el último. Pero me gusta la gente que fuma en silencio, apartada y mientras fuma piensa....
me encanta ver a esos hombres principalmente que sostienen entre los labios un cigarro y te hablan o te regala miradas oblicuas mientras seguro se concentran en todo menos en los demás y antes de que se consuma entre los labios agonizando el puro o el cigarro se dirigen a mi inhalando y después hasta me desarman con una palabra entre cada pitada cuando solo lo distrae la ceniza si no cae en su sitio.
Se que describo en plan cliché y no es esto oda a quemar el dinero muchas veces yo me he quejado de el olor... pero me he quedado pensando en el hilo de fuego circundando, abrazando el cilindro que contiene el tabaco, es como un lapso pequeñito de las pequeñas explosiones sutíles de las de brasas que se transforman en placeres. Hoy en día se que abundan demasiados inquisidores del humo, esos que ahora lanzan reestricciones y son los mas feroces verdugos contra esos fumadores tan desagradables a la vista por el vicio, repulsivos al olfato, peligrosos con ese pitillo para su cerebro y nocivo para su pulmón.
Me gusta la gente que fuma en silencio.
Me gusta el humo que quita la claridad natural pero que se deshace luego.
Me gusta la gente que disfruta hasta la última pitada y que luego, dejandolo morir, presionan con fuerza, los pocos centímetros naranjas.
Me gustan los hombres que tienen manos cuidadas y sostienen un puro.
Me gustan , si
aunque a mi nunca me haya gustado fumar
ni siquiera en Tango haber esperado por uno (ni por hombres ni con cigarrillos)
si hubiera hecho caso al estribillo de aquel tango "fumando espero al hombre que yo quiero" ya me hubiera muerto de enfisema
13 solo lo soñaron:
Me ha provocado un cigarro...
Y no sabía que habías vuelto!!! SE TE EXTRAÑO SEÑORINA!!!
Yo sí fumé durante años y me encantaba Lo dejé hace tiempo y a veces miró en un café el humo de un cigarrillo y me muero de ganas de darle una calada. Y..., sí..., también me muero de ganas de besar a un fumador.
Besos para ti!
jejeje, tampoco me gusta fumar... aunque alguna gente se ve mas interesante... yo confieso que los prefiero misteriosos en otro sentido...
Ah.. inicie algo nuevo... ahi cuando tengas ganas.. podrias darte una vuelta...
Otro bló
Pues yo fumo, no mucho por suerte, pero no encuentro muy agradable que mi pareja fume, afortunadamente casi ninguno le ha dado por fumar, no lo encuentro tan sexy, el olor que se impregna después de fumar me da asco, jajaja sí aunque yo fume, es raro creo.
Pero a muchos les gutas pues que hacerle
Saludos Jo
Prendí el cigarro del día. Dos caladas, tres. Di con tu post, y disfruté leyendo entre el humo de mis ideas con el olor que me han dejado tus letras.
Tengo que reconocer que he dejado de fumar,pero despues de leerte....me lo estoy pensando
Besos guapa
Si ahora los fumadores se sienten igual que yo me sentía cuando ineluctablemente me tenía que absorber sus humos aunque eso me enfermara hasta la última víscera, entonces muy mal se tienen que sentir.
El tabaco solamente me da dolor de cabeza. Y eso sin haberme puesto un pitillo en los labios.
besos
por lo que me corresponde, me siento halagado.
La película muy interesante y muy buena. Fumar es lo último que se debe hacer por la cantidad de mierda negra que metes en los pulmones y tambien por el mal olor que te deja en la ropa sobre todo en los días humedos. Que asco!
Por supuesto nunca he fumado aunque siempre tenga el puro en la mano esperando alguna femina que quiera dar una caladita. Mua.
No fumo, me gusta que fumen pero de lejitos. :P
Me gusta el aroma de la pipa y del habano, más que el del cigarro. Pero a Jean Paul Belmondo se lo perdonamos.
Concentrémonos en amar, amar, amar, amar y solo amar... el resto es humo :)
Un abrazo!
Cuando al estado le empezó a costar mucha lana atender a tanta gente que se dedicó a fumar como si no hubiera mañana, empezó la cruzada por los espacios libres de humo. Y ahora ¿Qué tal? Hasta mal visto es echarse un cigarrillo, pero ¿qué tal una cocacola? ESA que también mata namás porque ha aflojado una cantidad bestial de lana "no es tan mala".
Eeeniwey, cada quien a lo suyo, yo a arrastrarme a sus pies, señorita tráfica. Gracias por sus finas atenciones.
A mí del humo sólo me gusta la imagen que evocas con tus palabras porque en la vida real jamás he soportado el cigarro, ni para mi ni para los besos que me gustan en el más puro estado natural.
Saludos!!!
Publicar un comentario