Las Mudanzas tienen su encanto, no necesariamente se pierden cosas, a veces, empacar, cargar... que tediosos son algunos verbos cuando tienen que ver con la mudanza.
Pero lo nuevo siempre te inspira a veces hasta desconfianza... (a no ser que venga montado en un mercedes benz blanco y una cartera llena) jajaDicen que de algunos cambios, lo que más incomoda son los primeros días. Ves tus cosas y te sientes como de invitado en otra casa, estás fuera quizá de lugar un par de semanas en lo que te adaptas y como bien dicen, no sabes si la tienda es a la derecha o la farmacia a la Izquierda. Un buen amigo bloggero alguna vez me contó que recién mudado de colonia, el muy burro jaló después del trabajo directito a su antiguo hogar y se dió cuenta cuando estaba ya frente a la puerta.
Los cambios siempre me han gustado y también me emocionan. Supongo que es ese espíritu aventurero aunque en este momento es para echar raíces definitivas. La empacada es espeluznante con la ropa o con los libros. Yo no sé como o de dónde he acumulado tantos. cuando niña tuve dos mudanzas, en realidad no se tampoco como mamá habrá hecho eso de organizarlo todo por 4 personas más...
misteriosamente sí se que su alma de acumuladora no le impidió deshacerse de varias cajas de juguetes usados y hasta de platos. Un buen tiempo dormí en cuarto compartido con mi hermana o en alguno donde habitaba una televisión o un mueble de alguno de los abuelos. Creo que desde ahí fue como los Bienes Raíces y las ventas por televisión comenzaron su desencanto conmigo al prometer a veces algunas cosas que a la hora de la hora no se cumplen.
es Inverosímil que pareciera no resignarse el albañil a apurarse para que ya pueda quedar totalmente instalada. pero me parece divertido incluso improvisar que pueda tener un picnic en medio de todo el salón a falta de comedor y una parrillada con amigos en lo que la cocina no está instalada.
La idea del diablo y las mudanzas en recíproca relación que son cosa de el, ya no las satanízo tanto¿¡o será la emoción?
10 solo lo soñaron:
en mis 25 años he vivido en casa de mis padres 24 años... a los 22 me salí y regrese a los 23, lo único que me gusto de la mudanza es que en ese año primero fue un cuarto, después un depa compartido y después un depa para mi solo, y yo difiero contigo, las Mudanzas si son del diablo...
Yo sólo me he mudado cuando tuve que empezar a estudiar fuera de mi localidad. Creo que es la emoción del joven adulto. Pero lejos de la idea de "independizarse", es la emoción por lo nuevo, impregnar el lugar con tus manías. tus manchas y los libros almacenados.
Bah, yo no satanizo las mudanzas. Después de todo también tendremos que mudarnos de este cuerpo ¿Qué no?
Saludos.
Las mudanzas traen cosas buenas también.
Posiblemnete el diablo ése no esté tan loco.
Besos para ti.
Estaba yo toda mona presta a escribirte mi opinión cuando Natalia La Bella jugaba conmigo a la Caperuza Roja.
-Abuelita ¿por qué tienes esos ojos tan grandes?
-¡Para verte mejor!
-Abuelita ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?
-¡Para comerte mejor!
Todo iba bien hasta que preguntó:
-Abuelita ¿por qué tienes esa panza tan grande?
-Jajajaja ¡Buaaaaaaaaaa!
Y así fue que se me olvidó qué comentar en tu post de mudanzas y el diablo, snif snif.
A mi no me gustan las mudanzas, pero la última que hice me fue tan bien que hasta la veo con añoranza ahora, porque la hice gradualmente durante un par de meses y sobre todo recuerdo la satisfacción de subir pesadas cajas por las escaleras, montar muebles, decorar, limpiar... y verlo todo ahora montado me llena de alegría (sobre todo recuerdo las primeras semanas, cuando todo estaba desangelado y hacía vida con cuatro cosas provisionales, y poco a poco fue cobrando vida). Espero que todas mis mudanzas vayan así de bien.
Un saludo.
Yo no quiero mudarme más.
Total, en todas partes hay miseria moral.
Para eso me quedo donde estoy.
Besos.
Las mudanzas, siempre, siempre, las carga el diablo.
Saludos.
Son divertidas y tediosas y tienen su encanto, pues descubres cosas que pensabas que habías tirado, y en ese instante te vienen recuerdos de aquel objeto.
Yo antes vivía en un piso, no pequeño, unos 110 m2 y tu ve la fortuna de comprarme una casita en las afueras de Madrid, un lugar precioso, lleno de mucho campo, verde y un río dónde se puede pescar, la verdad que estoy encantado, aunque dependa mucho del coche.
Cuando hice la mudanza descubrí que, cómo era posible tener tantas cosas en un lugar más pequeño que el nuevo, pues no sabía donde colocar tantas cosas.
Te confieso que aún tengo cajas guardadas en la buhardilla y que no pienso abrir.
Ahora soy una persona minimalista
y es algo que busco también en mi poesía.
Lo dejo aquí
Este mensaje se ha quedado muy largo, madre mía, las cosas que he recordado con tu entrada.
Un placer Jo
Mil besitos.
emociones que barrer...
Besos.
Hola Jo, encantada de conocerte, muchas gracias por visitarme, siempre estarán las puerta abiertas para ti. En cuanto pueda vengo a leerte con suficiente calma. me he quedado agregada.
Un beso.
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