junio 28, 2012

Sacapuntas al Paladar a punta de Nostalgia

junio 28, 2012


En honor a Walser escribo con un lápiz de madera. No me gustan los lápices de metal porque tienen la mina tan delgadita que, apenas escribes algo con sentido, se rompen.  Parece que temen a las palabras gruesas y malsonantes. 
Incluso el punto y final resulta demasiado fuerte para tan poca mina.

Cuando era pequeña mi padre afilaba mis lápices con una navaja. Cogía la punta y arrancaba virutas de madera, cortas, gordas y rizadas. y un poco lamentaba que los lastimara como si mis pobres lápices tuvieran vida...
Muchas veces bajo la atenta mirada de mi madre, podía afilar la mina, al rascarla, sacaba un polvito negro que luego restregaba y emborronaba en el papel, convirtiendo mis dedos en lápices que dibujaban caras hechas de líneas gruesas y huellas digitales

Yo corría a hacerme de las virutas y puntas que soltaban y jugaba con ellas, mientras mi hermana alegaba que eso era pura basura.  Recuerdo que antes vendían en las papelerías una especie de lápices de chocolate de una anchura similar recubiertos con papel brillante de diferentes colores y con una punta cónica que sobresalía de los extremos. También abundaban los cigarritos, de distintas marcas, y variedades, y sin ser el mejor chocolate del mundo tenían un sabor característico que echo de menos y eso que nunca fuí fan de el chocolate ni de los cigarrillos.

Yo despreciaba al cuchillo y las navajas mas tarde en la universidad cuando alguien sometía a las minas de los lapices o material a la masacre de rasgar o rasparles sin miramiento.  Y tras este preámbulo que no sé a bien porque lo escribí. cocinando me acordé y hago lo que tanto rato tengo en la cabeza, afilo la mina y salen las virutas como por arte de magia...  Con la punta de mis dedos las recojo y cuidadosamente las coloco encima, tal cual lo hacía con las otras y dibujaba en mi hermana extrañas caras, me he transportado a mi infancia cuando mi padre me afilaba los lápices con el cuchillo y yo las juntaba en un papel. y no para un pastelillo.


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13 solo lo soñaron:

Jo dijo...

El pastelero japonés Tsujiguchi Hironobu en colaboración con el estudio de diseño Nendo, crearon unos lapiceros que vienen con sacapuntas incorporado para poder decorar nuestros postres favoritos con virutas de chocolate.

Más sencillo imposible.

Carles Valls dijo...

Felicidades por tu blog DESDE LA BARANDILLA. Soy Carlos Valls de Printcolor (www.printcolorweb.com). Queremos regalarte un libro de tapa dura gratis para apoyar tu labor en internet.

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mientrasleo dijo...

Lápices a navaja... menudos recuerdos.
Un relato muy entrañable el de hoy.
Besos
Anda, hacía tiempo que no veía a print..

Dean dijo...

Tremendo el tema musical, y lo de las virutas me gusta, me encanta la madera y todo lo que se le parezca.
Un saludo.

Hasta en el último rincón dijo...

ME encantó el recuerdo!!! Tan sublime como el mismo chocolate!!!
Qué rica foto!!!!!!!!!!!!!

Un beso!

Anónimo dijo...

Es increíble de donde aparecen sin darnos cuenta los recuerdos eh?

Besos abisales

Sergio DS dijo...

Has sacado punta con maestría, perfectamente afilado, se lee y se ve exquisito.
Un placer.

p.d. Sólo usé portaminas durante la facultad, no hay nada más agradable que garabatear sintiendo el tacto de la madera.

El hombre del traje gris dijo...

No pos no, yo prefiero las minas. Con el lápiz la escritura se va engrosando a cada trazo y hacen mi letra aun mas indecifrable y mas sucios los apuntes ( y cuando dibujaba ni se diga...)

Las minas si son buenas no se romperán...
Saludos Heroína

Juan dijo...

Bonitos recuerdos de niñez que nunca se borraran de tu mente. Un besazo.

marichuy dijo...

A la vista nace el amor: qué exquisito se ve ese postre.
Los lápices sobreviven a las computadoras, iPads y demás artilugios. Lo que no sobrevive es mi buena caligrafía... a veces ni yo entiendo lo que escribo.

juanjo dijo...

Yo tambien soy de usar lapices de madera aunque ya hace mucho que no los afilo con cuchillito sino con sacapuntas.Pero nunca abandonare mis lapices
Besazos guapa

The Lizard dijo...

me hiciste recordar mis clases de dibujo técnico en la secu , sacaba punta a navaja y lija

Kiddo dijo...

Ya va a salir la corriente que un día tuvo que afilar el lápiz con los dientes, y aunque suene a albur, resulta que en mi niñez siempre perdía el lápiz, un día la maestra me presto uno y me sentó en el escritorio de ella para mantenerme vigilada, y aun así el ´lápiz desapareció. Un desafortunado día también perdí el sacapuntas, pero como era "uno de esos días, nadie me quiso prestar un sacapuntas, así que usé los dientes para sacarle al lápiz una desagradable punta chata.

Ahora lo recuerdo y puedo reír aunque no haya sido lo mejor que me paso en la vida, pero, que diablos, saber que uno tiene 37 y aun recuerda nítidamente su niñez es un acto que debe celebrarse.

Un abrazo Jo.

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