febrero 13, 2012

Turbulencia

febrero 13, 2012

Te divisé desde el mostrador 4 o 5 personas me separaban de ti pero podía ver desde ahí la gravedad de como alguien se toma las cosas importantes. Con tu portafolio asumí que entonces tenías un trabajo como de Hércules contemporáneo. Todo transcurre en automático justo como debe ser en los aeropuertos, en la diatriba de sostener el billete en mano, checar el equipaje, sostener mi animo y el bolso al caminar hacia el angosto pasillo alfombrado te perdí de vista,  me pareció que todos los demás llevaban demasiada prisa como si fueran a entrar a un concierto, mientras que yo me tomaba mi tiempo para abordar ese pájaro de Acero
Pronto hallé mi asiento y como todo ocurre mecanicamente en estos sitios justo como ocurre siempre, Coloqué mi libro en las piernas y el bolso  justo a mi costado ese día bastaban dos escuderos.  Instantes pasaron por mi lado personas desfilando que una vez como ocurre mecanicamente en esos lugares tomaban su lugar y hacían practicamente lo mismo como si la instrucción general fuera dentro de un campamento de hormigas todos haciendo lo mismo solo cambiando los objetos y el orden. Me distraje mirando por la escotilla y me interrumpió una voz, lo primero que vi fue tu corbata llegó y preguntó al inclinarse ¿puedo aterrizar a tu lado? Sonreí apenada porque tendría que quitar mi tinglado del asiento pues se me habia ocurrido buscar algo. Apresurada y avergonzada tome una magdalena que había dejado envuelta en una servilleta por si "me asaltaba" el hambre
¿Aterrizar, dijiste? ... (Dudé un instante porque yo ya sabía que debajo de ese traje azul llevabas alas) y me gustó imaginar si habías utilizado esa palabra para el asiento o para mi cuerpo. Olías a maderas

Tu sonrisa me convenció. Entre ambos nos pusimos en orden yo reccogí mis migas y tu por fin te calaste el cinturón. En el cielo a tu lado tu mirada se volvió un naufragio que urgió mi mano y súbitamente te transformó de héroe disfazado con traje de oficina a un chiquillo. comenzaste a apretarme como si yo fuera tu salvación.  Cerré los ojos y aun sostenida por ti empezé a tener miedo, el vértigo creaba remolinos por dentro, en el bamboleo rozaste tus labios en mi oído. Abrí los ojos para constatar que  no estaria soñando y las mascaras de oxigeno salieron frente a nosotros: Tu nariz me apuntaba excitada, seguiste apretándome ahora con mayor urgencia y casi grité cuando en un tumbo del avión nos hizo brincar de los asientos haciendonos perder el semblante.

Regresó la calma el avión comenzó a deslizarse para aterrizar, la azafata nos comunicó que ya podíamos quitarnos los cinturones, me plantaste un beso precipitado en la mejilla y me diste las gracias, tomaste el periodico, tu telefono y ese portafolios, te apresuraste alejandote antes que todos comenzaran a levantarse. Tu figura se me perdió en el pasillo, contemplé tu asiento vacio y descubrí una pluma fuente que debió de salirse de tu saco en la refriega,  la tome y la acaricié  la hice manar tinta sobre la palma de mi mano y descubrí una inicial grabada la número 18 dentro de todo el alfabeto, es lo único que me resta de ti, tal vez el mítico hombre a quien me hubiera gustado conocer mas o al que nunca pude.   "Siempre he amado a esos Hercules con sus alas escondidas debajo del saco desde toda la eternidad"  solo que no les conozco, no les conocí  me he grabado sus ojos, el perfil de su nariz, la figura espigada,  esa sonrisa amplia, esos pies con alas

Lo que a veces altera mas las pulsaciones del corazón no es la turbulencia y el viaje mismo ni las prisas por hallar el asiento, ni la facturación de equipaje, ni el control de seguridad ni el momento del despegue ni el destino final es el encuentro en la vida o en el viaje con ciertas personas...

Hago maletas habia posibilidad si me quedaba en este continente pero...



7 solo lo soñaron:

Jo dijo...

las letras que componen tu nombre sumadas entre ellas ... son mis numeros de suerte

(nunca te lo dije)


nunca volvere a decirte "me hubiera gustado conocerte"

juanjo dijo...

Que bello texto y que bella historia
Besos guapa

Anónimo dijo...

y la canción de Seether va tan adoc con el texto...

(..suspiro....)

raindrop dijo...

Es una historia de las que hacen volar.
Y la pluma podía haber sido como una de las de ave. Una que se desprendió de sus ocultas alas.

Qué preciosidad de relato en forma y fondo :)

besos

.. Âtipik Fräulein.. dijo...

yo quiero viajar en avión.

Dean dijo...

A veces las turbulencias de la vida nos dejan huellas enormes, bonitos recuerdos e ilusiones perdidas; mejor todo esto que los viajes tranquilos.
Un saludo.

basilio dijo...

Realmente bonito . Creo que te has superado una vez más.
Cuantas cosas bonitas te suceden Jo. Ya me gustaria a mi viajar asi de esa manera. Yo seguro me hubiera sentado en tus piernas y me habria agarrado a tu cuello como un poseso del miedo a estrellarnos. Lo siento por no ser tan romántico.

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