Sin causa aparente existen sentimientos que se evaporan en un día, otros basta una cantidad de 10 y se disuelven como el polvo de estrellas, en un solo día uno fabrica fantasías dispuestas a enarbolarse como esos amores platónicos en los que a veces faltan tan solo 4 letras o 4 palabras juntas en su conformación para decretar algo bueno o una insinuación.
10 días dura menos que lo que tarda una carta en llegar, en diez días se pueden hacer millones de cosas o sólo una. Yo quisiera hacer un sin fin para no pensar en lo que me he prometido de no aterrizar.
se pueden sentir un sin fin de cosas que se pueden guardar en un buzón o bien ordenar en una bitácora con los besos mutilados que no se llegaron a concretar.
La fastidiosa y obstinada manía de ponerme a pensar demasiado y darle de vueltas a las cosas de las que quiero evadirme bastaría con eliminarlos en dias. Pierdo la cordura por tratar de reservar los sentimientos aunque sea imaginando que los ordeno por color, por matiz o por tiempo y no me sobran razones y dedos.
Diez diaz es esperar demasiado que un día me devuelva a cambio con su aliento un soplo de seguridad, ocasionando que yo cargue con extrañarle días y días sin reprochar. Un día junto a él se me esfuma en menos de diez segundos junto a su beso en la mejilla, o aquel que sale irremediable y disuelto por mis pupilas porque no supieron retenerlo mis párpados cuando me lo dió por la mañana.
Bastan diez dias para planear un beso o reservarse el derecho de admisión al corazón, en diez dias podría bajar un kilo o dos, en 10 planear un viaje, tejer un sueter, vivir la vida loca o perderme.
Un día con toda seguridad tendré que besar lo suficiente para asegurar los besos que no me dará el resto de los otros 9, procurando asegurarme de que me pertenenecen y que quizá no haya dos caminos en las que haya que sufrir por 10 días o por uno. Ojalá mi mente estuviera organizada como lo amerita una buena biblioteca para contrarestar todos los sueños y ensueños traviesos que desordenan lo que encuentran pero me faltarían días.
12 solo lo soñaron:
quizás, quizás quizás...
Muy lindo, saber que solo faltan 2 palabras para borrar todo lo que uno trae.
Relatividad , diez días lo pueden ser todo o pueden ser nada, tan largos que se sienten años, tan breves que parecen segundos…un abrazo.
"la fastidiosa y obstinada manía de ponerme a pensar demasiado..."
jajajajajajajajajajajajaja
pasaba a dejarte un beso; y entonces he visto un reloj, ¡un reloj! y aprovecho para decirte que últimamente el tiempo me controla a mí. Y que quiero tomar las riendas para, entre otras cosas, ponerme al día contigo y tu blog..
Y si dejamos de pensar?
Dono mi cerebro...en vida y para el basurero.
Ojalá que en 10 días se resolviera la vida.
Pensar tanto las cosas no siempre es bueno. La vida solo es una y hay que hacer las cosas rápido.
Saludos
Sin pensar, tirarse a la vida sin pensar 9 días para recordar aventarse de nuevo el décimo día... sin pensar.
Donde se apunta una para eso de la organizadera de los suenios?
O sea: el diez es tu número. Je. Si fuera tan fácil enamorarse o desenamorarse en tan sólo diez días... al menos yo no lo veo así. Pero en diez días puedo aprender algunas cosas.
10 días es demasiada pensadera... incluso para alguien que está acostumbrada a pensar.
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